Durante un año me encargué de buscar las suculentas más bonitas, extrañas, grandes y de diferentes colores. De adulto aprecié sus formas y logré adornar mi hogar para convertirme en un “señor de las plantas”.
La naturaleza me rodeó gran parte de mi niñez y a pesar de vivir en un edificio caluroso, los cactus o magueyes los incluí en mi hogar.
Ahora, cada vez que uno observa las tiendas que se han puesto de moda en colonias gentrificadas, uno puede apreciar que aquellas ya valen más de 100 pesos. Algo que me sorprendió porque en Xochimilco y Cuemanco tienen una vasta cantidad de puestos y mercados con precios sorprendentes.
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Si uno le hace caso a Raffaella Carrá, “hay que venir al sur” de la ciudad, donde no nada más va a poder comprar pequeñas suculentas en 5 pesos o hasta a peso, también podrá comprender por qué el verde es muy importante en una ciudad.
En cada uno de los pasillos, uno huele los aromas de la tierra mojada, el polen y hasta las rosas por las que pasa, incluso podrá oler ese aroma a madera tan particular.
Las plantas tienen un costo mucho menor de las que se venden en el centro, solo es recorrer cada pasillo, llevar un auto grande y dar inicio a comprar.
Uno encuentra desde patas de elefante hasta magueyes y árboles de naranja o limón, los mismos vendedores les explican su proceso de regado y si necesitas macetas, tierra o algún abono también lo vas a encontrar en un costo muy bajo.
La alcaldía verde no deja de sorprender y esto es un recordatorio que en casa obtiene beneficios de las plantas que cuida, pues con estos climas, lo único con lo que puede combatirlo es con naturaleza.
Un consejo, si no quieres perderte y buscas plantas a buen precio, dirígete a la última estación del Tren Ligero que es Xochimilco y si preguntas por el mercado de plantas podrás ver que no está tan lejos, en cinco minutos caminando llegas, la entrada es gratuita y encuentras de todo.