Los automóviles como los conocemos son un invento que data de 1886 y, a partir de entonces, son uno de los elementos más reconocibles de un entorno urbano... aunque no siempre fue así, ¿Desde cuándo los coches son los que ocupan un mayor espacio en las calles y cómo eran dichos espacios antes? A continuación te lo decimos.
Hasta inicios del siglo XX, peatones y autos convivían en el centro de la calle; las personas que iban a pie no debían caminar por la acera ni cruzar en los sitios señalizados. A través de X, Nicolás Gallardo, un abogado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), mostró cómo era la distribución de las calles en la capital argentina, donde los coches no ocupaban el mayor espacio.
Lo mismo ocurría en el caso de otras urbes como Detroit, en los Estados Unidos, donde existen fotos que muestran a los peatones circulando en el centro de la calle junto a los autos. En el caso de la CDMX, la situación no cambia, ya que en fotografías de inicios del siglo XX se aprecia que las personas circulan a la par de tranvías y otros vehículos automotores.
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¿Por qué los autos ocupan el mayor espacio en las calles?
De acuerdo con Gallardo, los autos ocupan un mayor espacio en las calles es gracias a que el lobby de empresas automotrices, a partir del año 1920, empezó una campaña para que los vehículos tuvieran una mayor preponderancia en el espacio público, esto en detrimento de los peatones que se vieron marginados a las aceras.
Este cambio se dio porque las empresas automotrices aseguraron que el cambio era para garantizar la seguridad de las y los peatones. Por su parte, Wolfgang Sachs, un investigador alemán, afirma que las ciudades modernas son espacios planteados sólo para los automóviles y a la creencia de que los peatones "son personas que van o vienen de sus autos".
Javier Delgado Campos, encargado del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se refirió a las calles como el mayor invento de las urbes, ya que permiten ir de in sitio a otro, aunque han perdido su función original y ahora sólo se piensan para los autos.
A causa de estas políticas que favorecen el uso del automóvil, refiere Delgado Campos, las banquetas se achican para ampliar las vialidades ya existentes; se construyen túneles o autopistas urbanas, en lugar de sitios amigables para los peatones, que inviten a recorrer las ciudades a pie.
Las alternativas a favor del peatón
Gallardo enumeró una serie de iniciativas a nivel mundial que buscan favorecer las calles peatonales: por ejemplo, en Japón hay calles estrechas donde conviven peatones y conductores, estos últimos se ven obligados a disminuir su velocidad; intervenciones urbanas que incrementan el espacio por donde transitan las personas a pie, entre otros.
Otras medidas son reducir la cantidad de carriles para los vehículos, con la finalidad de destinarlos a ciclovías o peatones; mientras que Delgado de la UNAM considera que es imposible deshacerse de todos los automóviles, pero se pueden crear alternativas enfocadas en el peatón y sin que colapse el transporte público.