Adalberto Martínez nació el 25 de enero de 1916 en la Ciudad de México. Su carisma y habilidades naturales para el entretenimiento se manifestaron desde muy joven. Autodidacta en muchos aspectos, Resortes se abrió camino en el mundo del espectáculo gracias a su talento innato para el baile y su sentido del humor. Pero, ¿sabías que de niño vivió en una calle de Tepito en la CDMX?
Vida de ‘Resortes’ en Tepito, el corazón de la CDMX
Tepito, conocido por muchos como el "barrio bravo", es un lugar con una rica historia cultural y social en la Ciudad de México. Fue en este vibrante entorno donde Adalberto Martínez 'Resortes' pasó parte de su vida, dejando así un legado que trasciende el barrio.
El nacido a media Revolución Mexicana vivió en el callejón del Estanquillo número 10, del barrio de Tepito; años más tarde, de acuerdo con datos de la UNAM, su infancia y adolescencia transcurrió entre las calles de San Jerónimo, Mesones y San Pablo.
En la calle de Tepito prevalece una placa que conmemora el legado del gran cómico y actor donde vivió con su familia de escasos recursos y sus 17 hermanos; por lo que tuvo que trabajar desde muy temprana edad, a los 7 años ya bailaba en las fiestas de la vecindad.
Cine mexicano: ¿Cuál es el origen del apodo de ‘Resortes’?
Fue durante la década de 1940 que Resortes comenzó a popularizarse en la industria del cine mexicano. Su apodo "Resortes", que le puso su hermano Carlos, le viene de su inigualable talento para el baile, específicamente por su habilidad para hacer saltos y movimientos elásticos que recordaban a un resorte.
Ascenso a la fama en el Cine de Oro
Resortes participó en más de 50 películas, colaborando con grandes figuras del cine como Cantinflas. Uno de sus roles más recordados fue en la película "Calabacitas tiernas" (1948), donde su actuación económica y habilidades de baile le ganaron el cariño del público mexicano.
Diversificación del talento
Además del cine, Resortes se aventuró en la televisión y el teatro. En la pequeña pantalla tuvo varias apariciones en programas y series, donde su presencia siempre era sinónimo de diversión y carcajadas. En el teatro, sus espectáculos eran una mezcla de comedia y danza, demostrando que su talento no tenía límites.