Las chinches han alarmado a la población de la Ciudad de México en los últimos días, debido a que este insecto ha invadido varios espacios públicos como el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y la máxima casa de estudios.
A pesar de que la Secretaría de Salud de la capital aseguró que no hay una plaga de chinches sí hay preocupación entre los habitantes de la CDMX porque una vez que este insecto entra a una casa no es tan sencillo eliminarlo, aunque no es imposible. Además, los aracnidos que suelen vivir en las esquinas del techo de tu hogar ayudan a evitar su propagación.
Así es, las arañas son el depredador principal de las chinches, así que si eres una de las personas que las mata a partir de ahora puedes deberías pensarlo dos veces antes de hacerlo.
Estos animales de ocho patas se alimentan de varios insectos que hay en las casas, como moscas o cucarachas, y por tanto ayudan a evitar las plagas domésticas.
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La mayoría de las especies de arañas que entran a las casas son inofensivas, sólo hay dos que pueden ser venenosas: la viuda negra y la violinista.
Así que si en tu casa hay arañas y no te causan ningún problema, podrías permitir que se queden como inquilinas para que te ayuden al control de plagas, como de chinches.
¿Cuáles son los lugares favoritos de las chinches en tu casa?
A pesar de que diversos usuarios del Metro han reportado la presencia de chinches, el infectólogo Alejandro Macías explicó en entrevista con Denise Maerker para "Atando Cabos" que estos insectos requieren, principalmente, de un ambiente, textil para reproducirse y alimentarse. Así que es casi improbable que aniden en el subterráneo porque su composición es de plástico.
"Es muy poco probable eso porque se meten donde hay butacas por ejemplo o colchones o a veces en pliegues, necesitan textiles para esconderse ahí y ahí pueden vivir meses sin comer inclusive pueden pasar meses sin comer, pero necesitan ese ambiente", detalló.
El infectólogo también dijo que el incremento de chinches responde a la creciente movilidad de personas en la ciudades, así como a los efectos del calentamiento global, no obstante descartó que su presencia sea motivo de emergencia sanitaria porque no transmiten enfermedades.