Al momento de defender las causas somos valientes, pero para ejecutarlas lo pensamos dos veces. Es así como inicié una travesía al integrar a mi armario otros conjuntos que no eran comunes en mí.
Dudé y me aseguré de no tener prejuicios sobre ello, pero al verlo puesto me enamoré por completo. Es ahí en donde me pregunté, ¿por qué el hombre ya no usa falda?
Se sabe que los tacones fueron un accesorio importante para los jinetes persas del siglo X y la historiadora Maude Bass-Krueger explicó en un artículo de Google Arts & Culture, con el fin de señalar que los hombres fueron los primeros en utilizarlo.
Conforme pasaron los años, fue un elemento de virilidad e incluso en el reinado de Luis XIV, entre más grande eran más poderosos.
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Así fue lo mismo con las faldas, las usaron los egipcios, griegos, romanos e incluso aztecas, pues eran un elemento fácil de vestir, mientras que los pantalones los vestían para montar a caballo.
Hasta que en 1701 el zar Pedro I aprobó una ley donde obligaba a los hombres a usar faldas. Desde el siglo XVIII ya empezaba a ver un cambio en la moda masculina, pero fue hasta el siglo XIX que el pantalón se estableció como moda masculina y a partir de entonces los varones ya no llevaron faldas…hasta hoy.
Ahí me di cuenta que en Liverpool, en la sección donde venden trajes, había un saco gris con falda, otra era de color negro y uno tenía falda con pantalón.
Al principio que las vi y las pedí de mi talla, los vendedores sobresaltaron porque no sabían de ese producto, incluso si uno busca en la aplicación no las encuentra, pero si van a una tienda física, van a poder encontrarlas en la sección de hombres.
Y después de probarme estas faldas, decidí comprarlas. Todo bien hasta ahí, solo que me dio miedo, pensar en las veces que muchos hombres son violentados, en esta época, por llevar falda o maquillados.
Y sí, cuando salí a la calle con falda las personas dudan y se fijaban en mí porque para la sociedad no es normal ver a un hombre con falda, etiquetaron esa prenda exclusivo para la mujer, pero la ropa no tiene género.
La violencia va desde que les gritan hasta los agreden físicamente, pero luego me volví a ver en el espejo, con la falda puesta, y decidí salir así, para eliminar ese prejuicio y que las personas se acostumbren a que utilicen falda no define tu sexo ni tus gustos.
Salí a la calle y la sensación que tuve fue distinta, ahora sé lo que siente una mujer empoderada.