En el segundo piso del Palacio de Bellas Artes, hay cuatro salas dedicadas a las cuatro décadas del trabajo de Flor Garduño.
Desde el 7 marzo, las salas Siqueiros, Camarena, Orozco y Tamayo, tendrán entre sus muros la estética onírica de Flor Garduño en Senderos de vida: 114 fotografías y 32 joyas —creadas por la autora— basadas en imágenes que ha capturado a lo largo de su trayectoria.
Flor Garduño (Ciudad de México, 1957) estudió en la Antigua Academia de San Carlos y colaboró con Mariana Yampolsky, Kati Horna y Manuel Álvarez Bravo. Su trabajo ha sido expuesto en espacios como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, el Museo de Arte de Lima y el de Sao Paulo. En 1996 recibió el Premio Internacional de Fotografía del Centro de la Imagen y en 2012 la Medalla al Mérito Fotográfico del Centro Nacional de las Artes de México.
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¿Qué ver en la exposición Senderos de vida?
Curada por el museólogo Ery Cámara, este recorrido exhibe archivos inéditos e imágenes en los que Garduño ha trabajado como los retratos, bodegones, desnudos, paisajes y la fotografía documental. Con gran calidad desde el lente hasta la impresión ya que la fotógrafa se involucra en este proceso con los impresores. Su riguroso trabajo no solo aporta desde el enfoque de una cámara sino que es la composición la que ofrece un valor distinto, una dimensión onírica.
Para mirar una fotografía hay que encontrar cada detalle y entrar en su universo pictórico. Son sus paisajes, sus poses, su mirada, los espacios arquitectónicos, la disposición de cada objeto. Pero también son los detalles y los elementos simbólicos que conforman cada una de sus tomas y que se vuelven los verdaderos protagonistas en cada encuadre.
Imágenes en equilibrio, llenas de texturas que van del pelaje de un caballo, los poros y arrugas de la piel humana, las marcas de un cráneo, textiles, escamas de pescados y el juego de luces que estas crean con su reflejo, hasta las hojas de un árbol o un perro que tiene varias apariciones a través de las salas.
La perspectiva de Garduño simula como si los retratos, los bodegones, los paisajes y la arquitectura hubieran nacido de pinceladas. Es como ver un cuadro de Hopper —tal como se menciona en los muros del museo— o un cuadro surrealista de Magritte —sugiere un hombre con paraguas caminando entre las olas del mar—.
El trabajo de la artista se caracteriza por el recurso blanco y negro como principal forma de expresión con un alto contraste. En Senderos de vida se encuentran imágenes de rituales de pueblos originarios de América Latina, Estados Unidos y Europa. Imágenes de un instante, espontáneas, de tiempos suspendidos y cuerpos que buscan nuevas aproximaciones hacia lo femenino.
32 joyas se muestran en unas vitrinas donde se pueden apreciar obras en las cuáles están inspiradas. La exposición es una puerta al universo de la reconocida fotógrafa mexicana.
¿Cuándo y dónde ver la exposición de Flor Garduño?
El Museo del Palacio de Bellas Artes abrió al público esta exposición desde el 7 de marzo y estará hasta el próximo 2 de junio. El horario va de las 10:00 a 18:00 horas de martes a domingo. El acceso tiene un costo de 90 pesos con acceso gratuito para docentes, estudiantes y adultos mayores con identificación vigente, así como domingos gratuitos para todo público.