En distintas ciudades se puede saborear un vaso de atole, algunos lo prefieren de desayuno, otros para la cena, pero lo que más agrada es su sabor.
Aunque no nada más existe una manera de preparar este brebaje que tiene años, entre los mexicanos, pues hay variantes de lo que conocemos del atole e incluso ayuda en dietas.
El mundo de los atoles
El atole es fácil de preparar, pero si lo que quieres es salir de lo cotidiano, entonces “El Mundo de los atoles” (Editorial Larousse) de la Chef Olga Cabrera seguro que será un deleite.
No nada más ofrece receta, sino que te dará una gran clase magistral para que aprendas a realizar las recetas tradicionales de atoles.
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Son más de 80 recetas de atole:
- Con leche
- Maíz
- Trigo
- Frutas
- Dulces
- Salados
- Sabores diversos
La chef Olga Cabrera es una cocinera tradicional oaxaqueña y cuenta con 3 proyectos: Restaurante de cocina oaxaqueña “Tierra del Sol” (2015), Masea, trigo y maíz panadería y la Atolería (2021), que es el primer establecimiento de maíces de Oaxaca.
Una tradición que se mantiene al día
Los atoles son ancestrales, son parte de la cultura gastronómica y no importa en qué momento se beba, siempre será el favorito de muchos.
Pero para publicar 80 recetas, la chef y escritora Olga Cabrera contó a Radio Fórmula que se dedicó a esta investigación por un proyecto que se llama “Atolería”. A partir de ahí comenzó su búsqueda por conocer más de esta bebida.
“Desde la llegada del maíz, antes de la nixtamalización, se consumía una bebida que era mezcla del maíz con agua y hoy es el atole”, comentó.
Y a diferencia de otras bebidas como el café o el té, también podemos encontrar el atole en cualquier esquina, “pero no de una manera en la que se enaltezca a la bebida y al grano”.
El maíz es base de la alimentación de muchos y a través de esta idea Olga buscó la manera de llevar registro de recetas se dio cuenta de que tenía tanto originales como creaciones.
“En el libro no nada más se escriben recetas, hay propuestas de atoles dulces, fríos, salados y también se debe quitar un poco de la mente, de las personas, que el atole no engorda, nos nutre”.
Seguro que, al conocer la gran variedad de atoles, te preguntarás ¿cómo son los salados? Pues Olga explicó que es un atole de maíz (preparado de la manera tradicional) solo mucho más espeso al que le agregas sal, chile, jugo de una carne.
“Antiguamente se hacía con conejo, jabalí o venado, que eran los animales silvestres, de campo. Se puede servir con alguna proteína de temporada, como Chivo”, comenta.
Incluso hay de frijol, garbanzo, haba, chícharo, la cual puedes convertir en un atole salado. Al momento de comerlo es como si fuera una sopa, pero por su preparación y consistencia es un atole.
En la creación del libro y en la vasta investigación, Olga confiesa que una de las sorpresas que obtuvo fueron los sabores, porque es descubrir un ingrediente que ya conoces con otro sabor totalmente distinto.
“Hay cosas que, si puedes ir transformando, pero hay ingredientes que no puedes. Además de hacer atoles de una especie”.
También se apoyó con una investigadora de la UNAM quien estuvieron trabajando el contexto histórico para conocer el nombre de técnicas y los diferentes procesos que tuvo, al pasar de los años.
¿Cómo hacer un atole saludable?
En el libro de Larousse vienen 80 recetas que uno podrá realizar en su hogar, pero si uno quisiera hacer una receta sencilla y que tenga las propiedades necesarias y saludables necesita los ingredientes originales como son:
- Maíz
- Agua
Lo pones a hervir y con este sencillo paso para realizar un atole original no tienes grasa, ni endulzantes. “Eso te ayuda y te aporta proteína, vitalidad, energizante, vitamina C. Y si lo preparas con maíz morado te va a otorgar un alto contenido de antioxidantes. Cada uno de ellos tiene diferentes propiedades”.
Se sugiere no ponerle nada de endulzante y se recomienda que, si quieres agregarle sabor, solo le añadas, acompañado de vainilla y canela”, comentó.
Olga explicó que hay un pensamiento erróneo, pues muchos creen que el atole es el acompañamiento del tamal, pero lo que no saben es que por sí solo, el atole tiene sus nutrientes y propiedades.
“No hay necesidad de que busques un tamal o un pan para acompañar el atole, eso es un antojo o una forma que se hizo tradición, pero lo puedes beber solo”, finalizó.