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“Las damas del poder”: desenmascaran la realidad de las esposas de los presidentes

Francisco Cruz aborda lo que hicieron las primeras damas en esta investigación.

El libro tiene una investigación de más de 13 años.Créditos: Planeta/Facebook
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A pesar de que este es el libro número 13 de Francisco Cruz, él no cree en la superstición y mucho menos le da miedo pasar por debajo de una escalera, pero se considera un curioso de la historia, lo cual ha sido un elemento clave para esas publicaciones y que hoy en día puede verse en “Las Damas del Poder”.

Este libro no nada más muestra los episodios más negros de México, también le da un lugar a las mujeres que estaban a un lado de aquellos presidentes y que hoy en día ambos se llevaron gran parte de México.

Las mujeres más poderosas de México

Francisco Cruz, recuerda a cada una de las esposas de los presidentes civiles, que ha tenido el país.

Desde María Izaguirre, hasta Angélica Rivera, logra transmitir los 13 años de investigación, pero también desenreda los secretos más confidenciales para los acuerdos que llegaron a ser solamente de ellas.

Algunos de estos son las mansiones, la remodelación de los Pinos o colocar a familiares en posiciones importantes del Gobierno e incluso los rumores que se tenían sobre los amantes, como el caso de Ordaz e Irma Serrano.

Estas pláticas de alcoba y pasillos son una muestra de la gran corrupción que se mantuvo en cada una de las épocas y de las cuales las mujeres formaron parte del sufrimiento que inundó a México.

La curiosidad de Francisco Cruz

En cuanto al libro, no importa si es el número 13, sino que este es un reflejo de la curiosidad que tiene el autor, pues él a menudo determina lo que va a escribir por la curiosidad que tiene ante cualquier tema.

A partir de eso, “Las Primeras damas” (Planeta) lo escribió a través de lo que conoció por Guadalupe Borja, Evangelina Sámano y lo que conoció “a través de mi madre y que yo no comprendía”.

“Mi madre decía que eran buenas personas, pero que eran muy desgraciadas, yo no alcanzaba a entender”.

El autor no comprendía por qué su madre las señalaba como unas Buitres y fue hasta que creció y “empecé a ver por qué mi madre las trataba como si fueran unas mujeres verdaderamente harpías”.

“Mi madre, lo que había hecho era humanizarlas y después en algún proceso las mitificamos y las veíamos como mujeres santas o más allá de lo común y lo que hice primero fue desmitificarlas y ver en ellas un ser humano que no es perfecto y que sus imperfecciones estallan al pasar de los años”.

Ante ello, el autor respondió a Radio Fórmula que escribió sobre estas mujeres porque estuvieron al lado del presidente en turno y de la cual también se corrompieron de poder.

“No vi si eran mujeres u hombres, las vi como personas, como seres humanos que se corrompieron brutalmente”.

En ese contexto, la figura que le ponía la prensa, a las primeras damas, era como una persona indefensa, pues para Francisco Cruz no lo eran porque “son mujeres con mucho poder y la lucha de ellas, en este país, viene desde la independencia”.

Y así como unas primeras damas tenían conocimiento de la matanza de estudiantes, otras traicionaron la confianza de otras, el cual eran “ambiciosas y perversas”.

Es así como las desmitificó para que después las vea como seres humanos con el fin de poder entender a su madre, “no se trata de género, ni saber si es hombre más o mujer menos, se trata de ponerlos en igualdad”. Menciona Francisco Cruz.