"Extrañas", el nuevo libro del mexicano Guillermo Arriaga ha llamado la atención no sólo por entrar temas cultura, medicina y la religión a partir de la historia William Burton, un personaje que abandona una vida de privilegios para dedicarse a atender la salud de las personas más pobres.
Entre lo que más ha llamado la atención de la novela es que está escrita por completo con sintaxis y gramática del siglo XVIII. "Quise que quien me leyera tuviera la sensación de que estaba leyendo directamente un novela del siglo XVIII", dijo el autor en entrevista con Joaquín López-Dóriga.
"Usé palabras que se acuñaron antes de 1790, lo cual me metió en muchas dificultades porque palabras que yo creí que eran de uso común desde hace muchos años, pues son relativamente nuevas. Entre ellas pesimista, optimista, esquelético, reflexivo, apasionante y emocionante", comentó.
Pese a haber intentado usar por completo el lenguaje de esa época, Arriaga se vio obligado a sacar 600 palabras de su novela por su fecha de origen. "Te podrás imaginar los malabares que tuve que hacer para volver a hacer una frase que tuviera congruencia", le dijo al periodista de Grupo Fórmula.
Te podría interesar
Bajo esta misma tónica, la puntuación del texto también se basó en la forma que se escribía en 1700. De hecho, el punto y aparte apenas y se usaba en aquel entonces, por lo que dentro de "Extrañas" las comas son constantes.
"La gente que la ha leído me ha dicho que le emociona que no haya puntos", explicó.
La historia de Burton, explicó, lleva al lector con un joven de 15 años, cuyo padre envía a visitar las aldeas que hay en una enorme propiedad que está por heredar. Ahí se encuentra con una persona al que el propio administrador denomina "un animal producto de hombre y mujer", algo que le obsesionará conocer hasta percatarse que se trata de personas con discapacidad.
El trabajo de escritura le llevó a Arriaga dos años, pero el nombre del libro se basa en una "anomalía" que ocurre cada 300 años y que se registra en el texto como un detalle fundamental.
Sin duda, el autor recalcó que plantear una novela en otra época representó diversos problemas al momento de redactar y editar. Por ejemplo, decidió quitar de las frases los "que", "porque" y "para que" con el objetivo de envolver a sus lectores en otro tiempo.
"Me obligué a quitarlo para tratar de que las frases tuvieran otra cadencia y el lector se sintiera involucrado en el siglo XVIII. Fue a propósito para también yo obligarme a que el ritmo de cada frase fuera distinto", comentó.
El ganador del premio Alfaguara recordó durante la entrevista que el reto de "Extrañas" radicó también en no hacer contemporánea una novela que tiene lugar hace varios siglos.