Sólo y solo se volverá a escribir distinto, ya que la Real Academia Española (RAE) volvió al uso de la tilde con dicha palabra... aunque con una salvedad, luego de 12 años y un acalorado debate entre especialistas. El regreso de esta norma será publicado en el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD).
En el DPD, la RAE determinará que el adverbio sólo se escribirá sin tilde cuando "en contextos en los que su empleo no entrañe riesgo de ambigüedad; será optativo en contextos en los que, a juicio del que escribe, su uso entrañe riesgo de ambigüedad". Esto significa que será optativo su uso, pero no desaparecerá por completo como en la antigua norma.
Para simplificarlo, cuando una persona considere que solo sin tilde puede confundir al lector, tendrá que ponerle dicho signo gráfico y así se entienda de mejor manera el contexto. Recordemos que solo, por lo general, se usa como sinónimo de soledad; mientras que sólo está relacionado con solamente.
"Las reglas ortográficas anteriores prescribían el uso de tilde diacrítica en el adverbio sólo y los pronombres demostrativos, para distinguirlos, respectivamente, del adjetivo solo", refiere la RAE en un artículo que fue modificado a inicios de este mes y tras casi una década de debate.
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Para la RAE, las ambigüedades surgidas por el uso de solo (sin tilde) "pueden resolverse casi siempre por el propio contexto comunicativo"... y fue ese casi siempre lo que hizo volver a este signo gráfico, al menos por ahora y sin que esto represente una posible falta de ortografía por parte del autor de un texto.
¿Cuándo y por qué el adverbio sólo se quedó sin tilde?
En 2010, la RAE oficializó que el adverbio sólo no debía llevar tilde a través de su texto básico 'Ortografía de la lengua española', mismo que fue presentado el 28 de noviembre en Guadalajara, México. Esa regla determinó que NO se debía tildar la palabra "incluso en casos de posible ambigüedad".
En aquella ocasión, la Academia dejó en claro que no condenaría el uso de la tilde, en caso de que alguien deseara hacerlo. Autores tan reconocidos como el peruano-español Mario Vargas Llosa y el fallecido Javier Marías continuaron con el uso de la tilde cuando se trataba de un adverbio.
El anuncio de la tilde en el adverbio sólo fue bien recibido por autores como Arturo Pérez-Reverte, quien en palabras para la agencia EFE consideró que esto promueve un uso más razonable, ya que el autor del texto tiene la libertad de decidir cuándo usar dicha palabra y remarcar en qué contexto se hace.
Con información de EFE