Si repasamos la historia de la migración, no ha cambiado mucho. En Medio Oriente todavía sigue siendo un problema para salir, pues la religión y creencias desatan ese impulso a huir.
En este siglo varios países (no nada más Medio Oriente) incrementaron su movimiento y la violencia fue uno de los elementos que desbordó el querer estar en un lugar en donde uno pueda vivir en paz.
El cedro y la flor
Líbano, 1910. A pesar de que quieren fugarse, Hassan y su padre Abdaallah no pueden por la invasión del ejército turco. En "El cedro y la flor" (Planeta) reclutan a adolescentes para que ingresen a sus filas.
Lo único que buscan es salir del país y llegar a América, pero la travesía que se narra en el libro no está tan alejada de lo que hoy ve en las noticias, pues a través de pagos y escondites en el mar, Hassan busca la manera de salirse de Chebaa.
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Después de planear todo y de tener una idea clara de lo que quería, Hassan decide irse a su país, pero todo le sale mal y es capturado.
En la novela se deja un rastro de aquellos migrantes libaneses que huyeron de su país para vivir en libertad en un país como México.
La migración como encrucijada mundial
“El cedro y la flor (Planeta) es la historia de mi padre y de mi madre”, reveló Hissam Abdala Majamad, autor de la obra.
Su papá murió, un viernes de carnaval, en Veracruz, el 9 de marzo de 1973, y el libro lo presentó el 9 de marzo del 2023, cincuenta años después, y Hissam nunca pensó que iba a coincidir.
Al verlo muerto, Hissam le prometió que escribiría su historia y se demoró 50 años porque “no sabía cómo entrarle”. Además, no nada más es escritor, también es poeta, es ingeniero químico. Buscó la manera de comenzar a escribir y le dio a uno de sus amigos un libro, que no está al público, para saber si se dedica a esto o no.
Al poder escribir la novela, otra de las aventuras que tuvo fue en la publicación, porque a sus 69 años vivió la odisea de que una editorial publicara su novela, que por suerte, después de 90 días, llegó a ver la luz.
Pero al tocar el tema de los migrantes y retomar que este 18 de diciembre es el día del migrante, Hissam mencionó que la historia del mundo no cambia.
“Se da cuando la política falla, es la generadora de las migraciones porque oprime a los pueblos y a la gente oprimida, valiente, busca otras alternativas, insospechadas, desconocidas, inimaginables, pero prefieren eso a la opresión o a la persecución, o al asesinato que tienen en su propio pueblo”. Explicó.
Uno de los ejemplos que pone Hissam es el de la frontera con Gaza “y que va a seguir y se van a quedar los judíos y lo van a apropiar”.
Hissam cree que no solamente van a querer sacar a Gaza, “la siguiente y última parada es Cisjordania, es el único territorio que queda de la Palestina original. Hoy se van a quedar con Gaza por seguridad nacional”, resalta.
“La migración ha sido un producto de toda la vida. En el caso concreto del Líbano, es un caso importante, por eso la guerra nunca se va a acabar. Es la conexión al Mediterráneo y al mundo Occidental, los problemas ahí van a seguir”.
Pero no nada más es difícil, para un musulmán, salir de su país, sino que al estar en otro país viven con estigmas por las guerras, un ejemplo de ello fue Hissam, quien por tener dos letras diferentes a un terrorista lo desnudaron en un aeropuerto.
La problemática de lo que se vive en Gaza y en otras partes de Mundo, en cuestión de migración, tienen fundamentos y muchas veces la violencia es el principal, pero en “El Cedro y la Flor” Hissam da una muestra de la realidad que un migrante puede enfrentar, para salir de su propio país.