¿Eres desorganizado? Karla también tenía ese problema, pero conforme pasaron los años aprendió que el orden en la vida es necesario e incluso en el día a día y por eso escribió este libro.
El libro no nada más da lecciones a las personas que encuentren un orden, sino que esto es basándose en lo que vivió la autora Karla´s Notes y en este libro titulado “Una vida bonita: mi diario de gratitud, motivación personal y lettering” (Montena) confiesa que es muy íntimo.
Un diario de gratitud
¿Sabes cuáles son tus objetivos de la semana, de mañana? Si no tienes una idea clara de lo que quieres hacer y no sabes cómo organizarte, el libro de Karla´s Notes seguro te va a ayudar.
Porque no nada más se trata de agendar los pendientes que uno tiene que hacer, es saber cómo realizarlos para sacar el mayor provecho y por eso tiene planeado ejercicios de lettering, visión boards, moodboards, scrapbooks y más técnicas prácticas y creativas el cual explica este libro.
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El proceso de hacer las cosas a tu manera
Las personas viven su vida tan rápido que a veces ni siquiera tienen tiempo de comer, incluso hay algunos que seguro ni siquiera descansan. Es a partir de estas necesidades que tiene el ser humano en donde Karla aprovecha para mostrar que en la vida no todo es trabajo.
“Al escribir el libro platicamos sobre qué cosas quería yo compartir, hice una lluvia de ideas”.
Sus seguidores muchas veces le preguntan sobre ¿Cómo le hace para organizarse? O ¿Qué hace para organizarse en el trabajo y escuela?
“Siento que cada uno llevamos una vida diferente, pero hay tips que lo pueden aplicar para todos, como la organización y la planeación”.
Aunque una de las transiciones importantes para Karla fueron los temas que trata en sus redes sociales y pasarlos a papel, porque a diferencia de su primer libro (que es más práctico), este es para entender que como persona también necesitas organizar tus ideas e incluso darles prioridad a los descansos.
Y para que Karla pudiera escribir sobre estos temas tuvo que aprender de ellos, aunque hay uno que le costó trabajo y fue el de la “productividad tóxica”.
“Es uno de los puntos que más me han costado aceptar con el paso del tiempo porque nunca te das cuenta cuando lo tienes”.
Explica que a veces tenemos este tipo de productividad hasta que en un momento a otro empieza a sentirse mal porque no hacía nada, lo cual llegaba a pensar que eso era malo, ahí fue cuando entendió que descansar también es parte de ser productivo.
“Me costó mucho aceptarlo porque no es que diga ´soy adicto al trabajo´, pero si es fácil identificarlo cuando piensas que no puedes estar descansando sin sentirme culpable”.