Muchos recordamos de nuestra infancia que una de las fechas más felices era el 6 de enero, justo cuando amanecía y encontrábamos juguetes debajo del árbol de Navidad. ¿De quién era tan increíble regalo? Pues nada más y nada menos que de los tres Reyes Magos.
Pero, ¿quiénes son esos tres mágicos hombres que vienen a dejarnos obsequios?
La historia del origen de Melchor, Gaspar y Baltasar aparece en el Evangelio de San Mateo. Aunque este sólo menciona a unos “magos”, sin nombres, ni que tres o que fueran reyes.
Este texto indica que unos magos llegados de Oriente fueron guiados por una estrella para adorar al rey de los judíos que acababa de nacer.
Entonces, el rey Herodes de Judea se entera y manda llamar a estos magos y les hace prometer que cuando encontraran al niño le informaron para que pudiera adorarlo también.
Te podría interesar
Tras ser guiados por la estrella, los magos encuentran al niño en un establo de Belén, acompañado de María y José.
Ahí le ofrecen oro, el metal de los reyes; incienso, la ofrenda a los dioses; y mirra, como anuncio de sus futuros padecimientos. Luego un ángel les advierte de no volver con Herodes ya que él sólo quiere acabar con el niño.
De acuerdo con los Evangelios Apócrifos, estos hombres provenían de zonas diferentes de Europa, Asia y África, pero ahora los historiadores aseguran que es muy probable que provinieran de una zona más allá de Tartessos, hoy Andalucía. Por tanto, el hecho de que los Reyes Magos provienen del Oriente es tan solo un mito.
En tanto, la palabra “mago” es muy antigua y se solía utilizar para hablar sobre los miembros del sacerdocio, representantes de religiones paganas, aunque también puede significar hombre sabio o astrónomos.
¿Entonces qué significan los nombres de los tres Reyes Magos?
Melchor proviene de la palabra “Malki-or”, el cual significa “Rey de la luz”. Mientras que Gaspar proviene del hebreo “Ghaz” o del persa antiguo “kansbar”, que significa, en ambos casos, “tesorero”. Por último, Baltasar es originario del Imperio Asirio y significa “Dios protege el Rey”, una traducción de “Belio-šarru-usur” que provienen de este imperio del norte de Mesopotamia y Babilonia.
¿Y tú o tus hijos e hijas ya mandaron su carta a los Reyes Magos?