No hay noche ‘mágica’ donde las protagonistas no sean la luna y las estrellas, pues son ese complemento perfecto para hacer una velada especial; sin embargo, seguramente te has percatado que cada vez vemos menos en el cielo, ¿será que se están acabando los cuerpos celestes?
Y es que últimamente los lugares donde son fácilmente perceptibles son en sitios despejados, sin contaminación y sin ‘distractores’ de luz, contrario a lo que ocurre en las grandes ciudades donde cada vez es más difícil disfrutar de su presencia.
Por ello, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se encargó de poner fin a una interrogante que ha estado en boca de todos los amantes de los fenómenos astronómicos y es si en realidad se están acabando las estrellas.
Bueno pues de acuerdo con la UNAM, en la actualidad, sólo cuatro de cada cinco personas no puede ver los cielos estrellados e incluso es posible que seamos la última generación que logre disfrutar de su maravillosa presencia.
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¿Se están acabando las estrellas? Esto dice la UNAM
La respuesta es un rotundo no. No se están acabando las estrellas; sin embargo, sus pocas apariciones en el cielo se deben a un problema ocasionado por los seres humanos y se trata de la contaminación lumínica.
Primero debes saber que la contaminación lumínica es como se define a la contaminación producida por las emisiones de luz que proviene de fuentes artificiales con altas intensidades.
Dicho fenómeno se presenta principalmente por la noche, momento donde se produce una alteración de la oscuridad natural provocada por la luz desaprovechada, innecesaria o inadecuada, generada por el alumbrado de exteriores.
La contaminación lumínica es un problema global, la cual puede alterar paisajes o lugares distantes que incluso no cuenten con sistemas de iluminación.
Por ello, la Máxima Casa de Estudios afirma que al tener un uso ineficiente y excesivo de luz artificial afecta directamente tanto a los seres humanos, paisajes y hasta diversos seres vivos.
En primer lugar se impide la observación astronómica; altera los ciclos biológicos de algunos animales y plantas, y los desorienta; también nuestros ciclos de sueño se alteran al filtrarse la luz artificial en las viviendas.
De esta forma no es que las estrellas se estén acabando, si no que nosotros mismos estamos ocasionando que sean poco visibles gracias a la luz artificial, por ello, para seguir disfrutando de un cielo estrellado es necesario que más personas apaguen la luz y eviten el desperdicio de ésta durante la noche.