Seguramente ya pensaste en tu disfraz de Halloween y en todas las fiestas a las que irás a echarte unas chelitas o tal vez prefieras revivir los recuerdos de infancia y llevar a tus sobrinos a 'pedir calaverita', sean los planes que tengas ¿te has preguntado alguna vez de dónde viene esta fantástica festividad y cómo es que llegamos a celebrarla en México?
Los celtas... ¿los creadores del Halloween?
La celebración del Halloween se remonta a los pueblos celtas, civilización que tuvo lugar en Europa occidental y central donde hoy se encuentran respectivamente los países de Irlanda, Gales, Escocia, Inglaterra, Francia, Belgica, Alemania, Suiza y el norte de Italia; no se sabe a ciencia cierta cuando apareció esta civilización ya que existen vestigios desde la Segunda Edad de Hierro, lo que si sabemos es que terminó en el siglo I d.C, cuando los romanos acabaron con ellos.
Los celtas solían celebrar el 31 de octubre y el 1 de noviembre el Samhain, una tradición pagana que consistía en despedir al verano y darle la bienvenida a las cosechas durante tres días, además creían que en esas fechas las barreras entre el mundo físico y espiritual eran fáciles de romper, por lo que podía haber interacción entre los vivos y los muertos.
Cuado los romanos comenzaron a invadir los territorios celtas intentaron integrar esta tradición como una fiesta cristiana, con ello se vinieron varias modificaciones de la fiesta e intentos por adherirla, fue finalmente con el Papa Gregorio que decretó el día 1 de noviembre como Día de Todos los Santos y El Día de los Difuntos en el 2 de noviembre, fechas que coinciden tambien con el Día de Muertos en nuestro país.
La evolución de la tradición
El espectro de la celebración es bastante grande y complejo, ya que el Samhain variaba según la región y los historiadores han descubierto diferentes rituales para celebrarlo, como con fiestas previas al 31 de octubre donde se quemaban hogueras y además de dar bienvenida a las cosechas y al otoño también era un tributo al 'Rey de los Muertos'.
Después de la intervención cristiana en las festividades celtas, se forjó un sincretismo entre ambas tradiciones con lo que trajo nuevos significados a la fecha, pues la quema de hogueras se convirtió también en la protección contra espíritus malvados y la brujería, en este periodo de tiempo que tiene luagar entre los siglos XVI y XIX empezó todo una revolución de lo que en principio era el Halloween.
Fue aquí donde nació la costumbre de que los niños pidieran dulces de casa en casa, en aquel entoces se pedía comida y se cantaban versos u oraciones que pedían por las almas de los muertos.
De Europa a América
El Halloween apareció en Estados Unidos a mediados del siglo XIX debido a la fuerte migración de irlandeses provocada por la hambruna, llegando a tierra americana la mutación de la celebración no cesó pues se incorporaron otros elementos como el uso de espantapájaros, ya que eran representativos de los cultivos estadounidenses.
Y así continuó hasta después de la Segunda Guerra Mundial, donde se disparó su auge debido a que cesó la escasez de alimentos y con la aparición de las películas de terror cobró mucha fuerza comercial y se concretó la forma en la que lo celebramos.
El sincretismo entre Día de Muertos y Halloween
Al igual que en los demás países donde se festeja, Halloween llegó a nosotros al rededor de la década de los 80's gracias a las películas de terror y la mercadotecnia de la cultura pop que poco a poco se fue mezclando con el Día de Muertos, ejemplo claro de ello son los mercados donde coexisten las festividades y encontramos en sintonía flores de cempasúchil y copal con máscaras de hombres lobos y sombreros de brujas.
Para las generaciones que nacieron con esta adquisición cultural les es familiar celebrar las dos fiestas, dónde por cuestiones prácticas se mezclan y los niños ya acostumbran tambien pedir el 'trick or treat' pero modificado a '¿me da mi calaverita por favoooor?' sin no antes haber ayudado en casa a poner una ofrenda para sus familiares al puro estilo mexicano.