Como en la película de fragmentados, en Ciudad Juárez existe un personaje que tiene más de una decena de nombres, aunque en este caso, todos fueron usados para matar.
Se trata de Ramiro Adame López, un asesino serial activo en la década de los 80, quien usaba nombres como Roberto Flores, Marcus Romero, Sammy Chávez y Pedro Padilla Flores, entre otros.
Sin embargo, debido a su modus operandi, fue apodado como el Asesino del Río Bravo.
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Y aunque esta ligado al asesinato de cuatro mujeres, entre ellas, una extranjera que vacacionaba en la ciudad, se cree que él puede ser responsable de muchos más.
¿Quién es el Asesino del Río Bravo?
No hay muchos registros sobre sus orígenes, pero se sabe, que vivía en la calle Mariscal, una locación conocida en Ciudad Juárez por ser el sitio donde tradicionalmente se pueden encontrar a trabajadoras sexuales brindando sus servicios.
También se sabe que tenía un serio problema de adicción a la drogas, mismas que consumía al momento de asesinar.
Su manera de atacar era asfixiando a las mujeres mientras las abusaba sexualmente, para después, arrojar sus restos al Río Bravo, donde era encontrados mucho tiempo después, dificultando así encontrarle a él como responsable.
Esto le permitió cometer muchos feminicidios, quizá 30 según él mismo confesó, pero al momento de ser detenido y procesado por primera vez, sólo se le pudo relacionar con 3, entre estas víctimas, una era una niña de tan sólo 13 años.
Esto ocurrió en el año de 1987, y en este proceso se le imputó cadena perpetua, por lo que quedó detenido, no obstante, escapó de la cárcel en 1990.
Por mucho tiempo permaneció libre, y casualmente, en ese lapso, muchas otras mujeres fueron asesinados, la mayoría de esos casos siguen sin resolver y la forma en la que perdieron la vida hace recordar a este criminal.
Para volver a detener a este asesino, tuvieron que suceder algunas cosas, como la intervención de las autoridades estadounidenses, agentes encubiertos, y la muerte de otra mujer.
Esta última, era específicamente diferente toda vez que se trataba de una mujer holandesa, que a diferencia de sus otras víctimas conocidas, fue encontrada sin vida debajo de la cama de un hotel en la zona del Centro Histórico de Ciudad Juárez.
¿Quién mató a Hester Suzanne van Nierop?
Hester Suzanne van Nierop era una joven de origen (neerlandés), que tenía 28 años cuando, junto con sus padres, vino de visita a la ciudad de Nayarit.
La intención de ese viaje, además de vacacionar, era procurar a su hermana, quien trabajaba como voluntaria en un centro tortuguero. Hester había estudiado arquitectura, sus padres la describen como una joven alegre, con deseos de ejercer su profesión y ser independiente.
Su destino era Estados Unidos, en donde planeaba buscar trabajo, para ello, decidió entrar al país cruzando por la frontera de Ciudad Juárez.
Su madre relataría después que se dieron el tiempo, en familia, de andar por la playa y después de explorar la Sierra Tarahumara, ya en el estado de Chihuahua, antes de partir de nuevo a Países Bajos y dejar a su hija sola.
Ella tendría una breve estancia en Ciudad Juárez y finalmente cruzaría el puente a Estados Unidos, sin embargo, todo apunta a que una noche antes de lograrlo conoció, de algún modo, a Ramíro.
Este, de algún modo, la llevó a un hotel en donde abusó de ella y la asesino, del mismo modo que a sus otras víctimas. Su muerte ocurrió un 19 de septiembre de 1998.
Al siguiente día, su madre, ya en Países Bajos, recibiría una llamada por parte de las autoridades, quienes les informarían que el cuerpo de su hija había sido encontrado debajo de una cama del cuarto 121 del Hotel Plaza.
Una de las empleadas del sitio, rindió un retrato hablado a la policía, el cual, correspondería a la imagen tal cual del Asesino del Río Bravo.
Lo siguiente que pasaría involucró un reclamo diplomático por parte de Países Bajos, y una búsqueda incansable de justicia por parte de la familia de Hester, quien duró 17 años en ello.
Fueron involucradas también autoridades de Estados Unidos, las autoridades locales parecían proteger al hombre y todas sus identidades.
Una cosa que destacan los estudiosos del tema, es que en un principio este hombre era descrito como un asesino sedentario, hedonista, un depredador sexual, pero desorganizado.
El asesinato de Hester, reflejaba esta vez a un asesino más meticuloso, lo que significaba que su tiempo en libertad le había dado tiempo de asesinar a otras y, a la vez, evolucionar y mejorar sus estrategias para no ser encontrado.
¿Qué pasó con el Asesino del Río Bravo?
Tras muchos reclamos y una exigencia de justicia que no paró, pese a la distancia entre Países Bajos y México, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua tuvo que implementar una serie de trabajos de inteligencia, entre estos, tuvo que hacer trabajar a agentes encubiertos.
Fue hasta el 2004, es decir 7 años después, fuera girada una orden de aprehensión contra este hombre en específico, aun cuando la policía lo conocía porque había estado preso, en ambas partes de la región fronteriza.
En el hecho se involucró a elementos de la Policía Cibernética y del Área de Inteligencia, alguien se hizo pasar por mujer e hizo contacto con él a través de Facebook.
De este modo logró obtener una confesión, y finalmente, en diciembre del 2013, se le localizó en el Estado de Mississippi en el Condado de Adams, donde se encontraba detenido por narcotráfico.
Una vez que esto ocurrió, y en un acto de colaboración binacional, Padilla fue deportado a esta localidad el 15 de enero de 2014, y sentenciado a 35 años de prisión el 1 de diciembre del 2015.
Finalmente esta historia fue relatada por completo a través de un libro narrado de la mamá de Hester, Arsène van Nierop, titulado “Un grito de socorro desde Juárez”.
Actualmente, la mujer mantiene una asociación en nombre de su hija, que trabaja tanto en Ciudad Juárez como en Países Bajos, difundiendo información sobre la violencia de género y previniendo sobre la misma, hermanada con la asociación Casa Amiga.