Cuando se habla de la cascada más alta de México, la gente conocedora del tema suele pensar en la Cascada de Baseachi, ubicada en la Sierra Tarahumara en Chihuahua.
No obstante, pocos saben que esta tiene una hermana, muy cercana, conocida como Cascada de Piedra Volada, y que cuenta con unas características tan peculiares, que no se limitan a su altura.
Los exploradores la ubican en el límite del Parque Nacional Cascada de Basaseachi, al sur, y la existencia de ambas, además, está ligada a una trágica leyenda.
Estas son cinco cosas que no conocías sobre la Cascada Piedra Volada.
¿Cuál es la cascada más alta de México?
Conocida también como la Cascada de Huajumar, debido a que es a través de esta población por la que se llega a ella, el verdadero nombre de esta obra natural es Cascada Piedra Volada.
Lo anterior, debido a que hace referencia a la forma de la piedra por donde surge.
Para poder verla, es necesario hacer una caminata de al menos una hora, en el pueblo antes mencionado.
Cerca de ahí se encuentra el mirador El Elefante, el cual se llama así debido a que la forma de este sitio es similar a la de este animal.
¿Cuándo puedo ver la Cascada Piedra Volada?
Una de las principales características de esta cascada es que a veces puedes verla y otras no.
Es por esto que en realidad se trata de una cascada temporal, y no permanente como es la de Basaseachi, haciendo que las dos sean catalogadas como de diferente tipo.
Es decir, que si no fuera por esta especificación, la Cascada Piedra Volada tendría el primer lugar en altura y su hermana, la Cascada de Basaseachi tendría el segundo puesto.
Al ser consideradas ambas en diferente categoría, ambas son los gigantes de agua más grandes del país, y se encuentran prácticamente en el mismo sitio.
La Cascada Piedra Volada permanece escondida en el invierno y la mayor parte de las diferentes estaciones del año.
Para poder apreciarla, se recomienda ir a su encuentro entre los meses de julio y octubre, cuando los arroyos que normalmente están secos, se encuentran llenos de agua.
¿Cuánto mide la Cascada Piedra Volada?
La internacionalmente conocida Cascada de Basaseachi tiene un record de 246 metros de caída libre de agua, pero la corona, se la lleva por mucho su hermana mayor.
Desde su descubrimiento, exploradores y expertos en el tema han determinado que la Cascada Piedra Volada, mide 453 metros.
Si pudieras colocar esta cascada a un lado de La Torre Reforma, misma que tiene el record de ser el edificio más alto de México, esta duplicaría su tamaño, toda vez que la torre mide apenas 246 metros.
¿Cuándo descubrieron la Cascada Piedra Volada?
El descubrieron de esta maravilla natural es relativamente reciente y no cuenta con menos de 30 años de haber sido ubicada en el mapa.
Fue en 1995 cuando el Grupo de Espeleología -ciencia que estudia las cavernas y sus orígenes -de la Ciudad de Cuauhtémoc, hizo las mediciones oficiales.
Lo anterior, motivados por rumores de los lugareños, de que había una caída de agua mucho más grande que Basaseachi.
¿Cuál es la leyenda de la Cascada Piedra Volada?
Los lugareños han heredado de generación en generación, la historia del señor Candameña, quien dominaba el terruño antes de la llegada de los Chabochis y tenía una hija llamada Basaseachi.
Esta princesa, preciosa, tenía muchos pretendientes, los cuales murieron todos debido a las pruebas que su padre imponía para otorgar su mano en matrimonio.
Debido a su soledad y después de que uno de estos pretendientes hubiera ganado su corazón, y al verlo morir, Basaseachi decidió tirarse de lo alto y morir.
Pero su padre la amaba tanto, que con su magia, no permitió que su hija tocara el fondo del abismo, y convirtió su cuerpo en agua.
Pero esta leyenda, en otras versiones, también se relaciona con la Cascada Piedra Volada, pues esta representaría el alma del pretendiente de Basaseachi, quien se esconde la mayor parte del tiempo, para a veces unirse con su amada.
Los relatos se cuentan de diversas formas, hay quienes aseguran que en realidad Basaseachi se suicidó para evitar un matrimonio arreglado.
Lo cierto es que todo este folclor solo le añade ensoñación y belleza a algo que por naturaleza ya representa un agasajo a la mirada.