Villas de Salvárcar es un fraccionamiento ubicado al suroriente de Ciudad Juárez, en Chihuahua, y su nombre ha sido internacionalmente conocido debido a que fue el escenario de un ataque armado en donde perdieron la vida 15 personas, la mayoría adolescentes y jóvenes estudiantes.
Los hechos ocurrieron el 30 de enero del año 2010, en medio de una serie de estrategias de seguridad promovidas por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, en lo que actualmente muchas personas recuerdan como “la guerra contra el narco".
En aquellos años, los muertos se contaban por decenas diariamente en México, pero al momento en que sucedió este homicidio, se marcó un antes y después en la percepción que las y los ciudadanos tenían sobre la violencia.
Esta es la historia de unos estudiantes que eran amigos, y un día, decidieron hacer una fiesta, sin saber que esto terminaría con la vida de varios de ellos.
¿Qué pasó en Villas de Salvárcar?
Era un sábado a las 11:30 de la noche: un montón de estudiantes, principalmente del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios 128, quienes pertenecían al equipo de futbol americano, organizaron una fiesta para conmemorar el cumpleaños de uno de ellos.
El punto elegido para ello fue una casa deshabitada en la calle Villa del Portal, un sitio donde los jóvenes tenían permiso y posibilidad de reunirse; algunas madres de familia comentaron que incluso se sentían seguras ya que podrían vigilarlos, pues muchos vivían cerca de ahí.
Alrededor de 60 adolescentes y jóvenes, cuyas edades iban de los 15 a los 20 años, se encontraban en la propiedad, bailando y conviviendo.
Repentinamente, cuatro vehículos llegaron al lugar y abrieron fuego contra todos, muchos lograron huir, una decena sobrevivió aunque con heridas muy graves.
No obstante, el saldo trágico fue de 15 personas muertas: 11 de ellos estudiantes y el resto eran invitados de la fiesta. También falleció un hombre que, al ver lo que estaba ocurriendo, se acercó a buscar a uno de sus seres queridos -un menor de edad- en dicho sitio.
¿Qué es la estrategia 'Todos Somos Juárez'?
Horas después de lo ocurrido, Calderón Hinojosa adjudicó los hechos a rencillas entre bandas del crimen organizado. En esos momentos, el entonces mandatario se encontraba en una gira de trabajo en Japón.
Sus comentarios desataron el descontento y la indignación no sólo en las familias juarenses, sino de todo el país, especialmente de aquellos que seguían la noticia, misma que para el amanecer ya era de nivel internacional.
Fue hasta el 11 de febrero de 2010 cuando el presidente arribó al lugar de los hechos para encabezar un acto que llamó 'Todos somos Juárez'.
En esta reunión se discutieron y aprobaron una serie de medidas para mejorar las condiciones de seguridad, encaminadas a una reconstrucción del tejido social y un impulso a la población más joven.
La reunión fue con algunos representantes de la sociedad civil y autoridades de los tres niveles de gobierno, pero algunos familiares lograron entrar, entre ellos Luz María Dávila.
Esta mujer es madre de Marcos Piña Dávila, de 18 años, y Juan Carlos Piña Dávila, de 16 años, ambos estudiantes que perdieron la vida esa noche; eran sus únicos dos hijos.
Ella logró tomar el control del micrófono y manifestar su descontento por las palabras que había dicho el presidente, desde fuera del país, criminalizando a estudiantes que no tenían ningún nexo con el narcotráfico.
“Discúlpeme, señor Presidente. Yo no le puedo decir bienvenido, porque para mí no lo es, nadie lo es. Porque aquí hay asesinatos hace dos años y nadie ni nada han querido hacer justicia. Juárez está de luto”, expresó Luz María.
¿Por qué ocurrió la masacre de Villas de Salvárcar?
Tras las investigaciones hubo cuatro detenidos. Estos dijeron que todo se trató de una confusión.
Los declarantes indicaron que tenían información de que en esa fiesta se encontraban integrantes de la banda Artistas Asesinos, cosa que resultó ser falsa.
Los detenidos fueron Juan Alfredo Soto Arias, Aldo Fabio Hernández, José Dolores Arroyo y Heriberto Martínez.
Por mucho tiempo, vecinos y familiares dejaron veladoras y fotografías para conmemorar a las víctimas de esa noche, hasta que finalmente en el 2018, el Gobierno del Estado decidió derrumbar la casa en donde ocurrieron los hechos y se construyó un memorial.
En este sitio hay 15 nichos, cada uno con fotografías de las víctimas. Los nombres son Jesús Armando Segovia Ortiz, de 15 años; Juan Carlos Piña Dávila, de 16; Juan Carlos Medrano, José Adrián Encina Hernández, Brenda Ivonne Escamilla Pedroza y Rodrigo Cadena Dávila, de 17 años.
También murieron Marcos Piña Dávila y Carlos Lucio Moreno Ávila, de 18 años; José Luis Aguilar Camargo y Horacio Alberto Soto Camargo, de 19 años; Edgar Martin Díaz Macías, de 23 años; Eduardo Becerra, de 35 años; Jesús Enríquez Miramontes, de 39, Jaime Rosales Ceniceros, de 42, y Manuel Eduardo Villegas, cuya edad no fue dada a conocer.