El activista Adrián Lebaron lamentó que quienes estén encargados de brindar seguridad a la población en muchas ocasiones sirven al crimen organizado, como es el caso de Ricardo Alonso “N”, alías “Coma Boby Larios quien era policía municipal activo de Ascensión en el año de la masacre de su familia en Bavispe, Sonora.
Dijo que son casi 30 personas que han sido detenidos como presuntos autores intelectuales y materiales la mayoría de ellos por delincuencia organizada y por el delito de homicidio de 9 personas (6 menores de edad y 3 mujeres adultas) que fueron emboscados y baleados con armas de grueso calibre el 4 de noviembre de 2019.
Recordó que otro de los problemas jurídicos que se tiene que enfrentar es que en las audiencias no les permiten acceder, pese a ser directamente uno de los afectados, pues era el padre y abuelo de las personas que fueron privadas de la vida cruelmente en una brecha de Bavispe.