Jorge Atilano González, padre jesuita y delegado provincial de misiones indígenas y trabajo por la paz, recordó que los jesuitas que trabajan en la Sierra Tarahumara tienen la exigencia constante de la verdad y justicia por el asesinato de los padres jesuitas Javier Campos, Joaquín Mora, el guía de turistas Pedro Palma y el joven Paúl Osvaldo, pues a la fecha en el caso prevalece en la impunidad.
Condenó la vergonzosa impunidad que se vive ante estos y miles más de homicidios, y dijo que anhelan la paz en las comunidades de la Sierra y en todo el territorio nacional, y que su voz se une a la de miles de víctimas en este país, así como a la de muchos pueblos como el de Cerocahui que ya no quiere vivir con miedo e incertidumbre.
Dijo que la paz solo será posible en la medida en que haya una justicia expedita y real, pues la indiferencia y el silencio no son una opción y las muertes piden ser escuchadas, por lo que hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que se revise la estrategia de seguridad pública de la región y se adopten todas las medidas de protección para salvaguardar los derechos de las víctimas, pues continúan los asesinatos, las extorsiones, la tala clandestina y los desplazamientos forzados en la Sierra Tarahumara.