El Sistema Cutzamala alcanzó sus niveles más bajos este 2024 y se convirtió en una de las principales preocupaciones de los habitantes del Valle de México, debido a que suministra el 25 por ciento de consumo. Además, esto causó que disminuyeran los niveles de abasto en la mayoría de las alcaldías de la capital y que el suministro fuera controlado.
La falta de agua en las presas que abastecen el Sistema Cutzamala provocó que se estimara que el 26 de junio iba a llegar el Día Cero para los habitantes del Valle de México. Se contemplaba que en esa fecha el Sistema Cutzamala dejaría de abastecer del líquido vital a los capitalinos y mexiquenses.
No obstante, las lluvias que iniciaron el 20 de junio ayudaron a aplazar el Día Cero, ¿pero cómo van los niveles de las presas que abastecen el Sistema Cutzamala?
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que gracias a la temporada de lluvias y al buen manejo hídrico, los niveles de las tres presas ya iniciaron su recuperación y alcanzaron un nivel de 29.1 por ciento, con lo que superaron el 26.9 por ciento que se reportó a principios de este mes.
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Las tres presas registraron el siguiente aumento: la presa El Bosque subió de 30.9 por ciento al 36.2 por ciento; Valle de Bravo del 27 por ciento al 28.5 por ciento, y Villa Victoria pasó de 22.4 por ciento a 22.9 por ciento.
Esto quiere decir que las lluvias sí favorecieron el incremento de los niveles del Sistema Cutzamala; sin embargo, las tres presas aún continúan en porcentajes de llenado mínimos y se espera que conforme avance la temporada se llenen más.
¿Esto quiere decir que el Día Cero no va a llegar al Valle de México?
El que las presas principales que abastecen al Sistema Cutzamala estén incrementando sus niveles de agua por las lluvias no significa que el Día Cero nunca va a llegar al Valle de México.
En este sentido, Jorge Fuentes, director del Consejo Consultivo del Agua, detalló en entrevista con Juan Pablo Pérez Díaz para Fórmula Noticias que se van a necesitar de tres a cuatro años de lluvia para que las tres presas vuelvan a llenarse.
Mientras que Francisco Bustamante, presidente de la Asociación Mexicana para la Correcta Hidratación, señaló en entrevista con Azucena Uresti para Grupo Fórmula que las lluvias no van a resolver el problema de sequía que se ha registrado en cuatro años.
Por otra parte, destacó que no podemos continuar dependiendo de eventos meteorológicos, como las lluvias, para garantizar el abastecimiento de agua. En su lugar se debe gestionar de forma inteligente el líquido vital. También señaló que no es suficiente para acabar con la sequía.
¿Qué impacto tuvieron las lluvias en la sequía de CDMX?
El Monitoreo de Sequía de México señala que diversos fenómenos meteorológicos provocaron lluvias de fuertes a muy fuertes en la mayor parte del país durante la segunda quincena de julio en territorio mexicano y esto favoreció la disminución de sequía en diversos estados del país.
Las lluvias provocaron que la sequía severa de la Ciudad de México se redujera y lo mismo ocurrió en Nayarit, Ciudad de México, Morelos, Chiapas y Campeche
La sequía excepcional también se redujo en Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Veracruz y Puebla. Lo mismo ocurrió con la sequía extrema en Nuevo León, Coahuila, Zacatecas, Aguascalientes, Estado de México, Tlaxcala, Oaxaca y Tabasco. Mientras que la sequía moderada disminuyó en la Península de Yucatán.
A pesar de esto, se mantuvo un ambiente de muy caluroso a extremadamente caluroso, propio de la temporada, y esto causó que las áreas de sequía severa a extrema subieran en Michoacán y Guerrero.
El porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional en todo el país fue de 54.71 por ciento hasta el 30 de junio pasado, lo que significó una reducción de 19.08 por ciento a lo cuantificado en la primera quincena de junio.