El candidato al Gobierno de CDMX Santiago Taboada se lanzó contra el actual mandatario capitalino Martí Batres al señalar que antes vendía leche con heces y ahora da agua contaminada a la población.
“Parece que detuvieron el tiempo en la Ciudad, el jefe de gobierno vendía leche contaminada y hoy da agua contaminada, no han aprendido nada”, expuso en entrevista en Por la Mañana, de Radio Fórmula.
El ex alcalde de Benito Juárez reprochó el actuar de Batres ante la denuncia de vecinos por la situación del agua, pues acusó que se demeritó y tardó en enviar las muestras a analizar, además de que no se frenó la circulación del líquido.
Asimismo, criticó que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya dicho que el tema se quiere politizar.
Te podría interesar
“El problema de esta contaminación creció y no se contuvo (…) seguramente no lo mandaron al laboratorio del Sistema de Aguas porque no sirve, como no sirven los hospitales, no sirve el transporte”, apuntó.
“Hoy el presidente se atreve a decir que hay asuntos políticos y este no es un asunto político, es de salud pública, es un asunto que tendría que atender desde el primer día, por eso esta ciudad tiene que cambiar”.
El candidato de la coalición Va x la Ciudad de México también acusó que la Capital está muy mal en seguridad pues aumentaron los homicidios dolosos, además de que apuntó “graves problemas en el tema de agua, de movilidad y la salud es un desastre”.
Agregó que busca dar paz y tranquilidad a los ciudadanos y habrá tolerancia cero para poder rescatar la Ciudad.
¿Cómo fue el reparto de leche contaminada de Batres?
Martí Batres Guadarrama encabezó en 1999, junto con otros diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el reparto de leche contaminada. A partir de ello se les conoció como los "diputados lecheros".
El reparto de la leche Betty en recipientes de plástico y cartón, con el logotipo del PRD, ALDF y los nombres de los diputados, se hacía a través de un par de organizaciones del entonces PRD: Unión de Abasto Popular y Frente Amplio de Acción Social, según dio a conocer en ese entonces el diario La Crónica de Hoy.
Para ello se le pedía al solicitante de leche su tarjeta de elector, copia de actas de nacimiento de miembros de la familia y llenar una solicitud donde iba el membrete de la entonces ALDF.
El problema surgió cuando Liconsa, la distribuidora oficial de leche a bajo precio, decidió analizar unas muestras de la competencia. El resultado superó todo lo imaginable: el producto no sólo no era leche, sino que ni siquiera cumplía los requisitos para ser un derivado lácteo: contenía proteínas vegetales y, para compensar, una variadísima colonia de bacterias coliformes, cuyo medio habitual es la materia fecal. Para colmo, los litros eran, en realidad, de 940 mililitros.
La distribución de esa leche se realizó en 5 delegaciones.