La CDMX tuvo su primer susto del año: dos temblores magnitud 2.8 y 1.8, con epicentro en el poniente de la ciudad, sacudieron fuertemente a la capital del país la mañana de este miércoles.
Los movimientos telúricos se sintieron con gran intensidad en las alcaldías Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Cuauhtémoc y Benito Juárez. Hay reportes de que el microsismo incluso se sintió hasta en Tecamachalco.
De acuerdo al Sismológico Nacional, el origen de los temblores fue a 3 kilómetros al norte de la alcaldía Magdalena Contreras.
En algunas colonias capitalinas, como la Roma, vecinos que ya estaban despiertos, salieron de sus edificios, debido a lo fuerte del movimiento, que tuvo una duración de varios segundos.
A pesar de la intensidad de los temblores, no se activó la alerta sísmica, debido a que el epicentro fue en la capital mexicana y no en la costa del Pacífico, que es donde están colocados los sensores.
¡Tercer sismo 'mueve' la tierra en CDMX!
A las 11:59 horas de la mañana de este jueves, un tercer sismo en la capital fue registrado. De acuerdo con el Sismológico Nacional, se trató de un temblor magnitud 1.5 con epicentro en Álvaro Obregón.
Autoridades reportan saldo blanco tras sismos en CDMX
El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, reportó saldo blanco en la capital del país, luego de los sismos registrados este miércoles 14 de febrero.
Asimismo, Myriam Urzúa Venegas, titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, informó que tras una revisión en el epicentro de los microsismos no se detectaron daños.
En entrevista con Azucena Uresti, la funcionaria capitalina detalló que se están realizando estudios con el Instituto de Geología de la UNAM para determinar qué pasa en el subsuelo del triángulo Mixcoac-Plateros.
En tanto, Arturo Iglesias, jefe del Servicio Sismológico Nacional (SSN), detalló que en esta zona se tuvo el registro de al menos 6 microsismos esta mañana.
Solo dos, con intensidades de 2.8 y 1.8, fueron los que pudieron percibirse en algunas partes del poniente de la capital de la República.
¿Cuál es la falla que existe en la CDMX?
Una nueva pesadilla en la capital, a lo largo del 2023 e inicios del 2024 se han reportado numerosos microsismos en la región poniente y central de la Ciudad de México. Un estudio reciente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha logrado descifrar la causa de estos fenómenos, especialmente una serie de ellos que se registraron entre diciembre de 2023 y enero de 2024.
El análisis, titulado 'El rompecabezas de la sismicidad en el poniente de la Ciudad de México', realizado por expertos de la UNAM, destaca un aumento significativo en la cantidad de eventos sísmicos reportados desde la segunda década del siglo XXI en el Valle de México, señalando que dichos eventos no excedieron una magnitud de 4.
Los hallazgos preliminares del Instituto de Ingeniería de la UNAM sugieren que estos movimientos sísmicos dentro de la Ciudad de México se deben a la actividad de la falla de Plateros-Mixcoac. Sin embargo, los científicos enfatizan la necesidad de realizar estudios adicionales para evaluar los efectos potenciales en las viviendas, edificios e infraestructura general del área.
El alcance y las consecuencias de la falla Plateros-Mixcoac siguen siendo materias de investigación en la UNAM. La magnitud de su impacto en las estructuras construidas no ha sido totalmente determinada, y las evaluaciones actuales no tuvieron en cuenta la existencia de esta falla, según indican los investigadores en su estudio.
Para vincular la falla de Plateros-Mixcoac con los microsismos, los expertos se basaron en varios indicadores, incluyendo los epicentros de los sismos localizados en la parte norte de la falla y diversos "desplazamientos verticales o hundimientos cuyo patrón es el de una falla normal"; manifestaciones que se extienden hasta 500 metros.
Al buscar la ubicación exacta de la falla, el equipo identificó puntos específicos donde ocurrieron los microsismos y los daños a la infraestructura resultantes. "Con sorpresa, encontramos una 'grieta' de poco más de un kilómetro que cruza casi ininterrumpidamente la zona de Mixcoac".
Para confirmar el vínculo de esta grieta con los microsismos, se efectuaron análisis de imágenes digitales utilizando una técnica conocida como DInSAR. El objetivo era identificar desplazamientos a ambos lados de la grieta para determinar patrones asociados con la actividad de fallas. Los resultados respaldaron esta teoría.
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