En la actualidad los capitalinos tenemos bien ubicadas las zonas donde viven los diferentes estratos sociales de la población, pero alguna vez te has preguntado ¿en qué colonias vivía la gente de la clase alta durante el Porfiriato y si aún existen?
Antes que todo debes entender que el Porfiriato es un periodo de 34 años (1876-1910) en el que el ejercicio del poder en México estuvo bajo el control de Porfirio Díaz.
Durante su mandato, Díaz y sus consejeros transformaron al país con la construcción de ferrocarriles, escuelas, desarrollaron los principios de la industria petrolera, se abrió la inversión extranjera, la población se unió al empleo formal y se permitió invertir en minas y factorías.
No obstante, muchos de estos cambios tuvieron consecuencias desfavorables como la explotación desmedida de los recursos naturales y el empobrecimiento de los sectores más desprotegidos.
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Incluso miles de campesinos resultaron afectados por la construcción de las vías férreas, por lo que el crecimiento económico fue en detrimento del bienestar de la población, generando una creciente diferenciación social, lo que llevó al descontento y oposición al gobierno establecido.
¿Cuáles eran las colonias de la clase alta en el Porfiriato?
Del otro lado se encontraban las familias ricas mexicanas, quienes agradecían a Porfirio Díaz por traer la paz y la prosperidad al territorio nacional, así como una ciudad con influencia europea.
Como respuesta al desarrollo económico, la zona urbana ejerce un impacto sobre la zona rural que poco a poco fue absorbiendo los ranchos y haciendas de la parte norte y poniente para incorporarse a la capital del país, lo que a su vez va dando origen a nuevas colonias.
Sin embargo, es la clase privilegiada la que recibe los beneficios de esta nueva forma de vivir en la ciudad, donde se incorporan nuevos servicios públicos como el sistema eléctrico y tuberías de aguas, que determinó en el crecimiento de la Ciudad de México.
Y es que una vez rebasados los límites de la traza urbana virreinal, característica urbana del Porfiriato a partir de su desarrollo económico y crecimiento demográfico, inversionistas nacionales como extranjeros llevaron a cabo el trazo de nuevas colonias, que fue realizado en tres etapas.
De acuerdo con el Repositorio Digital Institucional (RDI) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), las nuevas colonias que surgieron durante el Porfiriato fueron:
- Primera etapa (1858-1883): Barroso, Santa María, Arquitectos, Guerrero y Violante.
- Segunda etapa (1884-1889): Morelos, la Bolsa, Díaz de León, Maza, Rastro, Valle Gómez, San Rafael, Santa Julia, Limantour, Indianila, Hidalgo y Ampliación Santa María.
- Tercera etapa (1900-1910): La Teja, Americana, Juárez, Cuauhtémoc, Roma, Condesa, Tlaxpana, Santo Tomás, Chopo, San Álvaro, Imparcial, Peralvillo, Cuartelito, La Viga, Scheibe, Romero Rubio y Ampliación San Rafael.
Algo que caracterizaba a todas estas nuevas colonias era su influencia en la arquitectura y diseño de las principales calles de París y otras ciudades europeas como Venecia, de las que el presidente de origen oaxaqueño era gran admirador.
No obstante las colonias con el mayor porcentaje de patrimonio arquitectónico de la época porfiriana, y por ende, en las que habitaron personas de la clase alta o de la alta sociedad porfiriana fueron: la Colonia Juárez, Santa María la Ribera, la Condesa y la Roma.
Dichas zonas fueron diseñadas con bulevares y amplios camellones, además existían casas tipo chalet y con chimeneas, las cuales eran muy comunes encontrarlas en ciudades como París.
En la actualidad muchas de esas colonias dejaron de existir en la Ciudad de México como es el caso de Barroso, Arquitectos, Violante, Díaz de León, Santa Julia, entre otras.
Mientras que las colonias que se siguen manteniendo como de la clase alta en la capital del país son: San Rafael, Roma y la Condesa._ Con información de Biblioteca Digital del ILCE y Repositorio Digital IPN