El director general del Metro, Guillermo Calderón Aguilera, informó que la nube de humo que dejó al menos 18 personas intoxicadas en la Línea 7 se debió al desprendimiento de un cable de tracción en un sistema de nueve cables, lo cual ocasionó un sobrecalentamiento.
"Se presume que sucedió un sobrecalentamiento de los cables que produjo la ignición del aislante de plástico que se propagó a los otros cables, lo que provocó la nube de humo", detalló en conferencia de prensa.
Señaló que el sistema de cables cuenta con nueve cables de tracción; sin embargo, al ser revisado, se dieron cuenta que un cable estaba desprendido, lo que sobrecalentó el funcionamiento de los otros.
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Aseguró que hasta el momento se desconoce la razón de que uno de los cables estuviera desprendido, ya que no se trata de una parte móvil y el Metro constantemente lleva a cabo protocolos de mantenimiento para revisar el funcionamiento de todas sus partes.
"El cable estaba ahí, lo que se observa es que estaba desprendido", dijo Calderón Aguilera al descartar que el cable fuera robado. Añadió que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México investiga porqué el cable se encontraba fuera de su lugar.
El director del Metro informó que tras el incidente, 700 personas fueron desalojadas de los vagones y 30 revisadas por paramédicos y, de estas, 18 trasladadas a un hospital. Todos los pacientes ya fueron dados de alta.
El director del Metro añadió que desde su origen en 1984, la Línea 7 no había presentado un siniestro de esta naturaleza. Agregó que la seguridad de los pasajeros es lo primordial, por lo que actualmente se revisan los protocolos de mantenimiento.