CDMX

CHOQUE LÍNEA 3

'Mataron a mi amiga': Aranza conserva un último recuerdo de Yaretzi Adriana tras choque de Línea 3

Aranza viajaba con Yaretzi Adriana el día del choque en la Línea 3. Este es un testimonio del accidente, la pérdida de una amiga y las secuelas de la negligencia en CDMX.

Adriana y Aranza eran amigas de la prepa y soñaban con poner una cafetería juntasCréditos: Rocío Martínez
Escrito en CDMX el

Cuando Aranza Ramirez Coronel bajó del vagón accidentado en la Línea 3 del Metro llevaba consigo un anillo, el último objeto que pudo recuperar de su amiga Yaretzi Adriana Hernández Fragoso. Un choque de trenes entre las estaciones La Raza y Potrero golpeó tan fuerte el vagón en el que viajaban que la artista de 18 años perdió la vida casi al instante. 

"Pensé que me iba a salir del vagón. Me agarré muy fuerte del tubo porque fue como un zangoloteo constante de mi vagón por 10 segundos", relató a Grupo Fórmula.

Adriana y Aranza se conocían desde la Prepa y soñaban con poner una cafetería juntas. No cursaban la misma carrera. Adri, como le decían sus amigos, estaba en Artes Plásticas, y Aranza decidió estudiar Desarrollo y Gestión Interculturales. Ambas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

Ese sábado, se dirigían a una clase muestra de artes visuales. De la estación Deportivo 18 de marzo viajarían a Hidalgo y luego trasbordarían para llegar a Portales en la Línea 2 del Metro. Su destino: la calle Cascada 144 en la colonia Banjidal. 

Las estudiantes se dirigían a una clase muestra de arte el día del accidente Foto: Instagram

Se citaron a las 8:40 de la mañana, pero a ambas llegaron tarde y terminaron por subir al vagón N.0469 con dirección a Universidad a las 9:00 horas del 7 de enero de 2023.

"Había muchos asientos vacíos, pero decidimos sentarnos en los últimos, los de hasta atrás", relató. Quedaron una frente a la otra en los asientos individuales. "Nos quedamos viendo a los ojos. Estábamos muy emocionadas. Estábamos platicando de cómo nos sentíamos, apenas nos habíamos abrazado y apenas nos habíamos sentado". 

De su abordaje a la zona del accidente son sólo dos traslados de estación. Cuando el tren avanzaba por el primer tramo, comenzó a frenar con fuerza y de imprevisto. Llegaron bien a Potrero y dejaron atrás el andén. 

El choque de trenes en Línea 3: eternos 10 segundos

Yaretzi Adriana viajaba en el vagón N.0469 con su amiga Adriana Foto: Twitter @Fercoca

Ruido, gritos, chispas y polvo blanco fue lo único que Aranza percibió cuando su tren recibió el impacto de otro antes de llegar a la estación La Raza. "Escuché gritar a Adri, pero se fue la luz. El Metro iba chocando, se iba sacudiendo muy feo. Todos los demás también estaban gritando y yo estaba llamando a Adri", contó. 

El miedo invadió a Aranza cuando después de un chispazo en la oscuridad comenzó a oler a quemado. "Yo siento que mi cuerpo rebotó por todos lados y sí, cuando me pude parar sentí que había sido un milagro". 

Al despertar del choque Aranza estaba lejos del asiento en el que viajaba, al menos hasta la puerta siguiente de aquella en la que abordó, a la mitad del vagón. Luego se levantó.

"Intenté buscar a mi amiga, intenté tocar los brazos de las personas que estaban ahí. Pensé que todas las personas ahí estábamos vivas, pero cuando vi, ella era la única persona que estaba muerta en ese vagón". 

Adriana, estudiante de Artes Plásticas de la FAD Foto: Instagram / @_pollito_d_color_

El impacto había terminado. En medio de la oscuridad, como quedó registrado en videos de redes sociales, los otros heridos alumbraban el vagón con lámparas de celular para intentar ayudar. A Aranza la abrazaban otras personas mientras lloraba al decirles que su amiga de la prepa había perdido la vida. 

Miró a su alrededor, una mujer herida y prensada de la pierna pedía ayuda a gritos mientras veía lo sucedido. La ayuda llegó pronto, pero Adriana ya no estaba. 

"Basta de fotos": en busca de ayuda y un vagón

El personal del Sistema de Transporte Colectivo (STC) comenzó a evacuar los trenes poco después del accidente. Uno de los primeros vagones fue el de Aranza.

"Le pedí a otra persona que me pasara el anillo de Adri. Me sentía muy mal porque tendría que estar alejada de mi amiga. Lo más que pude hacer fue buscar el número del vagón, no quería que el cuerpo de mi amiga se quedara ahí". 

Para ese momento la joven seguía en shock. Sin embargo, descendió por la escalera que colocaron los trabajadores y comenzó a alumbrar el vagón en busca del número.

"Caminaba, pero con mucho, mucho dolor y me dolía mucho toda la cabeza porque me pegué muy feo", recordó la joven que en ese momento desconocía que tenía un golpe grave y un hematoma del tamaño del fémur en la pierna. Ambos la dejarían en reposo por varios días después del accidente. 

Salió de la fila para abandonar el túnel y regresó al vagón accidentado. Lo alumbró con la lámpara del celular y se disponía a escribir el número cuando una persona le gritó: "Ya basta de fotos. Ya hay muchas fotos". 

Nadie me creía: "Mi amiga está muerta"

El choque de trenes en la Línea 3 dejó más de 100 heridos Foto: Grupo Fórmula

"Mi amiga está muerta", repetía una y otra vez la estudiante a los hombres que la auxiliaban para salir del túnel del Metro. Lloraba sin control. “Nadie me creía. Me decían: ‘A lo mejor se desmayó’". 

Aranza sabía que era cierto. Para ese momento su madre, tío y abuela ya habían llegado al lugar del accidente. A ellos también les dio la noticia de la muerte de Adriana. "Todos pensaba que estaba en shock", aseguró. 

El accidente en Línea 3 fue pasadas las 9:00 de la mañana. Las autoridades tardaron al menos dos horas en trasladar a los heridos al Hospital San Angel Inn para atenderlos.

Aranza Ramírez fue dada de alta cerca de las 2:00 de la tarde. Una psicóloga se acercó para notificarle lo que ella ya sabía: "Ya se confirmó. Adri, tu amiga, sí, falleció en el accidente", escuchó decir a la especialista. 

Secuelas de la Línea 3: el miedo a viajar en Metro

Adriana fue enterrada en Naucalpan tras el accidente FOTO: Instagram/@_pollito_d_color_

Pese a que sólo pudo estar media hora en el funeral de Yaretzi Adriana, Aranza no dejó que su estado físico le impidiera ir a despedir a su amiga al enterrarla en Naucalpan. "Yo empecé a decirle a mis papás que por favor me llevaran, que quería despedirme del cuerpo y pude estar en el entierro de de mi amiga", contó.

Las secuelas que le ha dejado el accidente no son pocas. Además del reposo, la joven ahora teme a la oscuridad, recuerda las imágenes del accidente, los olores, tiene llantos repentinos y escalofríos. 

El gobierno le asignó una tanatóloga una vez por semana por un mes para sobrellevar la pérdida, con la opción de extender las consultas en caso de ser necesario. Sin embargo, aunque sus heridas curen y la resignación llegue, el miedo de viajar nuevamente en el Metro de la Ciudad de México la sigue persiguiendo.

"Lo único que me recuerda el Metro cuando lo veo es que mataron a mi amiga", señaló. 

Ahora, ella, amigos, familia y estudiantes de la UNAM exigen justicia por la muerte de Adriana. Este 11 de enero inician una serie de protestas para exigir el esclarecimiento de lo sucedido, sobre todos, aquellas personas que apreciaron a Adri buscan colocar un mural en el Metro. "Como huella de la memoria. Un mural permanente que nunca se quitará", pidió Aranza.