La Ciudad de México fue construida en su mayoría sobre un terreno lacustre y gracias a que se realizaron las labores necesarias para secar buena parte del Lago de Texcoco. También existen minas, algunas de ellas se mantienen operativas, otras fueron clausuradas por no contar con los permisos correspondientes y las restantes representan un riesgo para la población.
La titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), Myriam Urzúa, afirmó que tres alcaldías de la Ciudad de México concentran la mayor cantidad de minas: Álvaro Obregón, Iztapalapa y Miguel Hidalgo. En algunos casos, las cavidades subterráneas no son un riesgo para la población.
En la alcaldía Miguel Hidalgo, de acuerdo con la dependencia capitalina, se han hallado minas en por lo menos siete colonias: 16 de Septiembre, América Daniel Garza, Ampliación Daniel Garza, Observatorio, San Miguel Chapultepec y Tacubaya. Cuando estas afectan a la población se hacen planes para rellenarlas y evitar posibles hundimientos.
¿Hay minas que operan en la CDMX?
De acuerdo con datos del Sistema Integral de Administración Minera (SIAM), perteneciente a la Secretaría de Economía (SE), en la Ciudad de México existían 49 minas concesionadas hasta el año 2018, las cuales se dedicaban a actividades como: extracción de grava, arena, petróleo y hasta gas; sólo en cinco se extraían otra clase de metales.
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En marzo de 2019, la Sedema clausuró tres minas (Tetecón, Las Mesas y Xaltepec) en las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac, así como un camino de terracería, esto debido a que no contaron con los permisos correspondientes en materia de impacto ambiental; pues dicha actividad puede erosionar los suelos y afectar a las colonias cercanas.
Ese mismo año se clausuraron otras cuatro minas en la alcaldía Iztapalapa: El Volcán, La Estancia, Mina Buenavista y Tlatzala.En esa misma demarcación se localiza el llamado Cerro de las Minas, donde se extrae arena y grave que es utilizada para materiales de construcción.
Desde inicios del siglo XXI, habitantes de las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac consideran que los cerros son explotados de manera irregular, por lo que han solicitado la intervención de las autoridades, todo con la finalidad de evitar efectos de la actividad minera como contaminación y degradación de los suelos.