La representación de la Pasión de Cristo de Iztapalapa es reconocida a nivel mundial por el cuidado al detalle y el compromiso de los actores, incluido el propio Jesús que es elegido entre decenas de postulantes para cargar una cruz de 90 kilos, ponerse una corona de espinas y ser azotado durante horas, pero ¿cuánto recibe el joven que interpreta al Nazareno?
La respuesta es: cero pesos. De hecho, terminan poniendo de su dinero... y bastante en algunos casos.
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Cada año, el Comité Organizador de la Semana Santa en Ixtapalapa, lanza la convocatoria para elegir a quien interpretará el papel de Cristo, entre los que destacan:
- Ser nativo de alguno de los 8 barrios de Iztapalapa
- Tener 18 años cumplidos
- Ser católico y tener la primera comunión
- Estatura mínima de 1.75 metros
- Ser soltero, sin compromiso y sin hijos
- Ser de buen conducta y costumbres
- No tener tatuajes ni perforaciones
- No tener adicciones ni vicios
- Gozar de una buena salud y condición física
Debido a la pandemia de COVID-19, a los requisitos se sumó el de contar con el esquema de vacunación completo para poder participar en la Representación de la Pasión de Cristo.
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Además, los participantes tienen que someterse a una preparación física y espiritual que iniciará tres meses antes de la representación, pero por si fuera poco a todo esto se incluye un último y no menos importante requisito: sufragar sus gastos personales.
La mayoría de los participantes en la representación se involucran en este arduo trabajo solamente motivados por la fe y las mandas (favores) que le hayan pedido a sus santos, pues el comité organizador no comtempla ningún pago por sus servicios y por el contrario, les pide asumir el gasto de sus vestuarios y accesorios, así como el de una cuota que servirá para la escenificación.
De esta forma, además de invertir cientos de horas en los ensayos y la preparación para los tres días de representación, los involucrados deben desembolsar de 3 mil a 40 mil pesos por sus vestuarios, pelucas y huaraches, siendo el traje más costoso el de Jesucristo y el de María.
A este gastos, se suma el dinero que los protagonistas de la representación de la Pasión de Cristo gastar en pelucas para lucir como el Nazareno.
Aunque el pago por participar es cero en términos monetarios, quienes han podido participar en la Representación de la Pasión de Cristo consideran esta experiencia como su mejor retribución.