La Ciudad de México es una de las capitales más antiguas e importantes del mundo. No obstante, a pesar del glamour, la cultura y el ajetreo cotidiano, tiene historias tétricas y oscuras: una de ellas, es la de La Mataviejitas, quien fue luchadora profesional hasta que una lesión marcó el fin de su carrera.
Juana Barraza Samperio, nombre de la asesina serial, mató a al menos una docena de mujeres de la tercera edad haciéndose pasar por enfermera para posteriormente estrangularlas.
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Su caso despertó conmoción en la capital del país, hasta que, tras años de búsqueda, fue capturada por el policía José Ismael Alvarado el 25 de enero de 2006 en la colonia Moctezuma, en la entonces delegación Venustiano Carranza.
Al ser presentada ante los medios de comunicación, las y los capitalinos conocieron que Barraza había sido previamente luchadora profesional ¿Por qué dejó ese deporte? Aquí te contamos.
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"La Dama del Silencio" fue el nombre que usó como luchadora. Además de ese oficio, también vendía alimentos, como palomitas, afuera de la Arena en la Ciudad de México.
La Mataviejitas estaba orgullosa de poder levantar más de 100 kilos, narra Ricardo Ham en su libro Asesinos Seriales Mexicanos, sin embargo, una lesión en la zona lumbar de la espalda la orilló a dejar, a los 43 años de edad, el deporte en el que participó durante más de una década.
Esta lesión, según especialistas, pudo ser el factor detonante que causó que empezará a mirar a las mujeres ancianas como posibles víctimas y comenzara a asesinarlas y violentarlas.
Tras su lesión, Barraza Samperio, madre de cuatro hijos, de los cuales uno fue asesinado, tuvo que recurrir a empleos domésticos lavando y planchando ropa, además que, durante 10 años, hasta su captura, se dedicó al robo.
La Mataviejitas no contaba con ningún grado de escolaridad, debido a que su padre la abandonó y su madre no la dejó ir a la escuela, además de que cayó en el alcoholismo y la cambió por unas cervezas cuando ella era niña.
"La Dama del Silencio", quien actualmente esta en prisión, inició sus asesinatos en 2002 y no paró hasta 2006, de acuerdo con especialistas, como el criminólogo Martín Barrón, citado por Ham en su libro.
Las autoridades capitalinas acusaron formalmente a Barraza Samperio, alías "La Mataviejitas" de 16 homicidios y 20 robos: el rango de edad de sus víctimas era de entre los 68 y los 92 años de edad.