Varias plumas yacen sobre la banqueta junto a los restos de lo que parece ser un animal justo frente a la entrada de un panteón en la Ciudad de México (CDMX); son una prueba de que estos lugares siguen siendo el sitio predilecto para llevar a cabo rituales de brujería.
Desde ‘trabajitos’ para retener a una pareja hasta aquellos que buscan el mal para otras personas, en varios de los cementerios que hay en la capital es posible encontrar rastros de la magia negra que se practica entre las tumbas.
Fotografías, mechones de cabello, prendas de ropa, muñecos e incluso frascos que contienen líquidos extraños son sólo algunas de las cosas encontradas por los trabajadores, quienes -ya sea por temor o por superstición- prefieren no hablar del tema.
Actualmente no existe una ley que prohíba los rituales de brujería al interior de los panteones, por lo que no hay una sanción para aquellas personas que utilizan estos lugares como altares para sus rituales de brujería.
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Brujería en panteones de CDMX
El panteón de San Nicolás Tolentino, en la alcaldía Iztapalapa, es uno de los ejemplos más claros de la brujería que se practica en la CDMX, pues este recinto es considerado como uno de los favoritos de las brujas y santeros para hacer sus ‘trabajos’.
La razón que hace tan atractivo a este cementerio para quienes practican la magia negra es la poca vigilancia que hay en el recinto, así como las condiciones tan deterioradas en las que se encuentra.
Esto a pesar de que el propio Reglamento de Cementerios, crematorios y servicios funerarios de la CDMX establece que todos los panteones de la capital deben contar con un sistema de video vigilancia y bardas de al menos dos metros de altura que impidan el acceso de personas ajenas, especialmente durante la noche.
En este camposanto cientos de tumbas fueron prácticamente devoradas por la maleza, mientras que decenas de criptas se encuentran en ruinas, como pudo constatar en un recorrido realizado por Grupo Fórmula Digital.
Sin importar a donde se mire, se puede encontrar más de una tumba abandonada e incluso abierta, así como memoriales deterioraros por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento.
Todos estos factores hacen que en este lugar los trabajadores suelan encontrar restos de animales como cabezas de gallinas o cerdos, plumas y todo tipo de artículos usados en rituales de brujería.
Otro ejemplo de la brujería que se practica es el Panteón Civil de Santa Fe, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón, donde los vecinos afirman que es común encontrar durante las mañanas restos de animales como gallinas negras o cabritos, mismos que aparentemente fueron usados en rituales.
Este recinto se encuentra en el corazón del pueblo de Santa Fe y se dice que es aquí en donde se llevan a cabo un gran número de ‘trabajitos’ durante las noches.
Los ‘trabajitos’ que más se hacen en panteones
Estos son algunos de los ‘trabajitos’ de brujería que se practican comúnmente en los panteones:
- Amarres: En estos casos se entierra una fotografía o prenda de ropa de la persona a la que se quiere ‘amarrar’ frente a una tumba; supuestamente esto garantiza que ambos estarán juntos para la eternidad, aún en contra de su voluntad.
- Salaciones: Es un ritual que se realiza con el propósito de que a otra persona le vaya mal o que incluso sufra alguna desgracia como un accidente.
- Entierros: Se trata de un ritual de magia negra que tiene el propósito de dañar una parte específica de una persona. Consiste en enterrar partes de un muñeco en el panteón: dependiendo cuál sea el daño deseado pueden usarse las manos, los pies o la cabeza.
- Sacrificios: Estos son sin duda los rituales más perturbadores que se realizan dentro de los cementerios; es una ceremonia que pretende atraer espíritus malignos mediante el sacrificio de animales, generalmente gallinas o cabritos, mismos que son enterrados en una tumba al finalizar.
Aunque para algunos se trata de simple superstición y para otros es algo completamente real, el hecho es que los panteones de la CDMX siguen siendo el lugar ideal para llevar a cabo ‘trabajitos’ de brujería.