La Secretaría de Salud informó el lunes que tras 2 años y medio de la pandemia de COVID-19, se eliminó la obligatoriedad del uso del cubrebocas en espacios cerrados con sana distancia y recomendó no usarlo mientras se realice un trabajo físico intenso; sin embargo, diversos especialistas consideran que esta no es una decisión acertada.
“La SSA insiste en minimizar el uso de cubrebocas, cuando a estas alturas debe ser ya un gran aliado de protección mutua. Hay personas y niños sin vacunar, se avecina un aumento de casos, otros virus circulando. El gobierno no entiende y la gente no aprende”, escribió Héctor Rossete, especialista en medicina de prevención y creador de la Unidad Básica de Prevención de Tlaxcala.
Además, esta decisión se toma próxima al inicio de la época invernal y es precisamente cuando aumenta la probabilidad de contraer algún virus respiratorio; sin embargo, Roxana Trejo, epidemióloga del centro México ABC, reconoció en entrevista para Milenio que es parte de la evolución de una pandemia de COVID-19 de más de dos años.
“Va a empezar un periodo invernal y seguramente va a haber un aumento de otro tipo de enfermedades respiratorias (…) son recomendaciones, la población ha aumentado su capacidad de protección y seguramente lo utilizará en el momento que pueda existir un riesgo”, dijo.
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En este mismo sentido, el infectólogo Edgar Pérez Barragán recomendó a través de un tuit continuar con su uso en espacios cerrados y con aglomeraciones.
“Si bien existe la salud colectiva, cada quien debe medir sus riesgos y cuidar su salud individual”, apuntó el especialista.
Sin embargo, Robert Wachter, profesor y director del departamento de medicina de la Universidad de California, señaló en entrevista con The New York Times que el usar o no cubrebocas no sólo tiene consecuencias a nivel individual.
“Es lo más difícil de todo, porque no se trata sólo de los riesgos y beneficios para uno mismo (…) son riesgos y beneficios para quienes te rodean”, dijo.
En este sentido, Wachter mencionó que si se es inmunodeprimido o se vive con alguien que tiene esta condición, es mejor seguir con el uso de cubrebocas.
Y es que “¿por qué no esperarnos ver qué condiciones hay cuando termine la temporada invernal? (…) A nadie le va a pasar nada por usarlo”, apuntó Xavier Tello, analista y asesor de políticas de salud para 'Milenio'.
Los especialistas coincidieron en que no hay que bajar la guardia, pues la pandemia aún continua; por lo que es recomendable contar con el esquema de vacunación completo, continuar con la higiene de manos, seguir con el uso de cubrebocas, pero, sobre todo, hay que seguir vigilando los casos de COVID-19.