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Para Arlen Ramírez, especialista en temas internacionales y religiosos, hay un regreso a las raíces y a los principios básicos de la fe a pesar de las redes sociales y de internet que con frecuencia son distractores; ahora, dijo, se busca un poco más el conocimiento y la verdadera causa de porqué celebramos ciertas cosas.
En entrevista en el espacio de "Contraportada" recordó que no en todos los países cristianos y católicos se dan estos días de descanso. En el caso de nuestro país el objetivo de otorgar estos días libres es permitir a la población religiosa acudir a la iglesia, pero muchas personas pierden el sentido de esta Semana Santa.
Recordó, por ejemplo, que el Jueves Santo se instituyó el sacerdocio, la eucaristía, que es la base del catolicismo y, sin embargo, a la fecha mucha gente desconoce su importancia.
Debieran ser días de introspección para fortalecer la fe no sólo en el sentido religioso sino de cuál es nuestro comportamiento hacia los demás.
Por ejemplo, el lavado de pies equipara a ofrecer un vaso de agua a un visitante, es un símbolo de humildad, de servicio a los demás, pero el desconocimiento hace que se pierdan estos mensajes como el que dio Jesús en la última cena: "amar a los prójimos como a nosotros mismos". Es una máxima que, de cumplirse, evitaría dañar a los demás.
Por el contrario, ahora lo que se tiene es un distanciamiento incluso entre diversas corrientes de una misma fe.
La búsqueda del poder del ser humano y de la propia influencia se ha impuesto y ha corrompido la naturaleza buena.
Por ello, dijo que es en los padres y educadores donde recae la responsabilidad de inculcar en niños y jóvenes las bases y herramientas para defender su fe y entender que se trata de una decisión de vida que se debe respetar.
Al ver esta falta de espiritualidad en estos días tendríamos que preguntarnos qué tipo de personas, en particular los jóvenes, estamos forjando, advirtió la especialista.
anc