Del Zócalo a los Pinos. Artículo de Raúl Castellanos

"PADRE PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN” –Jesús de Nazaret-; la Semana Santa es la celebración mayor de la Fe Cristiana, en recuerdo de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, no tiene una fecha fija en el calendario gregoriano, inicia después de la primera luna llena que se produce en o al término del día del equinoccio de primavera, el domingo de resurrección cae entre el 22 de marzo y el 25 de abril de cada año; comenzó con la procesión del Domingo de Ramos que recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén, donde fue recibido como rey con cantos y palmas, el lunes, según el evangelio de San Juan, es la unción de Betania, cuando visita la casa de Lázaro, el hombre que resucito y María, su hermana, lo unge con perfumes, ayer martes, fue el día en que –Jesús- entera a sus discípulos de la traición de Judas Iscariote y de las tres veces que Pedro lo negará, hoy miércoles es el final de la cuaresma y el comienzo de la pascua, cuando Judas consuma su felonía, al pactar con el Senedrín, el tribunal religioso judío, la entrega a cambio de 30 monedas, mañana tendrá lugar la Última Cena con sus apóstoles, a los que les lavará los pies, luego se irá en solitario a orar al Huerto de los Olivos, ahí estará toda la noche y al alba llegarán a aprehenderlo; el viernes ocurren los momentos paradigmáticos, los de la pasión, la efímera prisión, los interrogatorios de Herodes y Poncio Pilatos, que se lava las manos –ya desde entonces existían los deslindes-, la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión, se conmemora con un Via Crucis y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz, el Sábado de Gloria, es el transcurso entre la muerte y la resurrección, es de luto y tristeza, de vigilia, por la noche se encienden las velas, se bendice el agua, para iniciar la fiesta del regreso de Cristo, que se consuma el domingo, cuando Jesús resucitó y brinda a quienes creen en él, la salvación y la posibilidad de entrar al cielo, el reino de su padre, el de los cielos; considerados como los días de la renovación de la fe en lo intangible que alienta el espíritu, se celebran en el mundo cristiano de muchas formas, es una forma de conjugar la identidad universal con expresiones culturales fascinantes, en la isla de Hvar, en Croacia, cada aldea elige a un hombre que tendrá el honor de cargar una cruz, llamada Za Krizen, recorriendo descalzos un trayecto de más de 25 km., para ser elegido hay un registro de hasta 20 años; en Filipinas, como en otros lugares, la crucifixión es real, se clavan las manos y los pies y se colocan coronas de espinas; espectaculares y emotivas lo son, las ceremonias y procesiones, lo mismo en Bucarest que en Ayacucho; en el Salvador, Tarma –Perú-, Antigua –Guatemala-, se elaboran alfombras y arcos de flores por donde pasará la procesión del viernes santo, en Cajamarca, los penitentes se encadenan a cruces de madera y recorren el pueblo con barras de metal atadas a sus pies; y qué decir de las procesiones del silencio, en España se celebran en Valencia, Sevilla, Granada, Córdoba, Málaga, Murcia, Valladolid, en Guayaquil la procesión del Cristo del Consuelo, la de Jesús del Gran Poder en Quito; en México es mundialmente reconocida la celebración de la Pasión de Cristo en Iztapalapa que culmina con la crucifixión en el Cerro de la Estrella, que reúne a cientos de miles de personas, la letanía en Taxco es muy singular, como la procesión para darle el pésame a la Virgen de la Soledad, patrona de los oaxaqueños y así la lista es interminable; como también lo son, los festejos más mundanos que religiosos, en múltiples partes del mundo, lanzarle agua a los vecinos es una tradición, la "quema de Judas” es muy mexicana, en Oaxaca hasta hace algunos lustros era un acontecimiento el "baile del sábado de gloria” que se celebraba en el patio del edificio central de la Universidad, amenizado por la orquesta de García Médeles y su "luz negra”; siete fueron las frases pronunciadas por Cristo en la cruz, se les conoce como "las siete palabras”, Arnaud de Bonneval, monje cisterciense fue el primero en analizarlas en 1156 –siglo XII- y San Roberto Berlamino (1542-1621) al profundizar en su conceptualización teológica y espiritual, impuso la práctica de su prédica, cada una, encierra profundas reflexiones y mensajes de dolor, esperanza, humildad, "padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, "yo te aseguro hoy estarás conmigo en el paraíso”, "mujer ahí tienes a tu hijo, hijo ahí tienes a tu madre”, "Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?”, "tengo sed”, "todo está consumado”, "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”; como usted supondrá, tratándose de un acto de fe, de creer, a lo largo de la historia de la humanidad siempre han existido quienes no creen y contraponen a la fe, la ciencia; Stephen Hawking científico astrofísico, afirma "la ciencia no deja mucho espacio ni para milagros ni para Dios” y matiza "lo que he hecho es mostrar que es posible que la forma en que comenzó el universo esté determinada por las leyes de la ciencia, en ese caso, no sería necesario apelar a Dios para entender como comenzó el universo, esto no prueba que no exista Dios, sino solamente que Dios no es necesario”, la réplica no tardó "Dios es tan misericordioso que le concede milagros hasta a quienes blasfeman contra él, Hawking continúa vivo y muy activo ya casi anciano, padeciendo una enfermedad que lo debió matar a los 22 años…ese es un milagro” escribió Noé Molina; por mi parte me pregunto ¿Qué puede ser más especial que el universo de la imaginación que no tiene límites, que la esperanza no tenga límites ?...donde hay vida hay esperanza y donde está la esperanza está Dios…en todo caso, a lo más que me atrevo, es a sugerir "padre perdónalos porque no saben lo que hacen”….que Dios los bendiga…nos leemos el lunes, si Dios quiere…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?...