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Tuxtla Gutiérrez.- El pooté o pinol es una bebida refrescante que está en la dieta de los chiapanecos, la cual es demandada principalmente en época de calor, se prepara a base de maíz dorado y molido, luego se le agrega polvo de canela.
El gerente del restaurante "María Eugenia”, Adán Ángel Costeño, reconoció la importancia de elaborar un catálogo de platillos, como de bebidas zoque, que no existe; el interés será fomentarlo y mantener el producto como una alternativa, puesto que no todos los restaurantes lo presentan en sus cartas.
Explicó que el nombre del pinol proviene de la palabra náhuatl pinolli, que significa harina de maíz, la bebida es muy energética, cuyo sabor es muy suave.
Comentó que se puede hacer mezclando la harina con azúcar en porciones que dependen del gusto del comensal, incluso con harina de maíz que se usa para las tortillas, pero el sabor y olor varia, lo mejor es tostar y moler el maíz.
Aclaró que no es un atole, para una mejor bebida tiene que ser a base de maíz, las abuelas en el pasado utilizaban el metate, piedra con la que molían el maíz dorado, pero hoy ya casi no existe, solamente en los museos.
"El pinol o pinole seguramente tiene su lugar en el hogar de los chiapanecos, es un producto insustituible, es una de las muchas bebidas preferidas”, resaltó.
La bebida es una herencia de los mayas, hoy forma parte de la cultura zoque y es de consumo frecuente en los mercados públicos de la capital chiapaneca, se puede tomar fría o caliente. En comunidades de Copainalá, Mezcalapa y Tecpatán, se consume caliente.
En muchas comunidades asentadas en las márgenes de la presa "Nezahualcóyotl”, conocida también como "Malpaso”, algunos habitantes la sustituyen por el café, debido a que es más fácil obtener el maíz, porque ahí se cosecha, mientras que el aromático, está a más distancia de la cabecera municipal.
Para su preparación, primero se dora el maíz en comal a fuego lento, en el poblado zoque de Copoya, municipio de Tuxtla Gutiérrez, la gente prefiere hacer el cocido del grano en comal de barro colocado sobre brasa.
Una vez que los granos ya están bien cocidos, cuando ha cambiado su color y su textura, se deja enfriar, luego se lleva al molino, una vez obtenido el polvo o harina de maíz, enseguida puede hacerse la mezcla con agua, se le agrega un edulcorante y hielo al gusto, y así ha quedado la bebida refrescante, lista para su consumo.
El pinol se sirve en gran parte del territorio chiapaneco, sólo es una mezcla de agua y cereal de maíz, no se trata de una bebida alcohólica, su aroma es a canela y cacao, en su sabor resalta el maíz; los campesinos la consumen como un sustituyo del pozole, pues es fácil de preparación.
Durante el proceso de molido se le agregan rajas de canela y granos de cacao dorados para darle un color gris oscuro al cereal, hay quienes le adicionan pimienta y clavo, especias que le permitan un rico aroma.
Algunas mujeres prefieren hacer todos los preparativos el mismo día, debido a que el grano caliente tiene un mejor sabor, en comparación cuando el maíz es tostado un día anterior de preparar la bebida.
También se le puede agregar leche, preferentemente liquida y con ello, el sabor es achocolatado, esto es, se mezcla en una jarra de cristal una taza de pinol, es decir, el cereal molido, taza y media de leche, un litro de agua, una cucharada de vainilla, azúcar y hielo al gusto, se agita cinco minutos hasta que se disuelva el polvo y el edulcorante, así está listo para servirse.
En los mercados públicos de Tuxtla Gutiérrez, como el Rafael Pascacio Gamboa, Manuela Díaz, en su puesto de venta de pozol, también bebida a base de maíz, sirve el pinol, mantiene la harina del maíz molido en un recipiente grande y cuando el consumidor lo solicita lo prepara de inmediato.
En su puesto coloca tres ollas grandes, una para el pozol de cacao ya preparado, una más para el pozol blanco y una tercera para el pinol, mientras que su vecina en el mercado, Juanita Santos, ofrece el pinol caliente, el cual acompaña de pan de la región.
Mientras que, en la entrada del mercado público municipal Gustavo Díaz Ordaz o Juan Sabines Gutiérrez, se venden dulces regionales, entre ellos, el de pinol.
Doña Luz Hernández comentó que su modo de preparación es muy sencillo, pero se trata de un producto muy rico y que los consumidores lo demandan mucho.
Para ello, detalló que se necesitan al menos cuatro cucharadas soperas de pinole de maíz tostado, preferentemente, que se haya molido el maíz tostado junto con el azúcar, así como seis tazas de leche, tres yemas de huevo, una taza de azúcar, una raja de canela, tres cucharadas soperas de ron y dos tazas de fresas.
Dijo que deben ser huevos de rancho, para que tenga un mejor sabor, debido a que cuando es de gallina de granja, durante el consumo del dulce resalta el olor al alimento que el animal ingirió.
Incluso, abundó, puede ser un buen postre para después de una comida, en la que se ha degustado sopa fría acompañada con un buen vino.
Explicó que se mezclan las yemas de huevo con el azúcar, se le agrega el pinole, la canela al gusto y la leche líquida, enseguida se lleva a fuego lento, tiene que cocer sin dejar de mover, se agrega el ron, más tarde, en un plato ancho se colocan fresas y sobre ellas se vierte la mezcla de pinol, luego se enfría, se puede adornar con otras fresas y ha quedado un rico dulce.
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