Arantxa Mayagoitia Enriquez, sobrina del activista Adolfo Enríquez Vanderkam, pidió a los leoneses a exigir justicia por el homicidio de su tío, y los invitó a luchar por disminuir los índices de violencia de la ciudad cada quien desde su trinchera.
Durante los funerales y el entierro de Enríquez Vanderkam, la familia consternada reconoció que era un riesgo su labor denunciando en redes sociales hechos delictivos.
Así mismo reconoció que su tío cosechó el cariño de la población de León, quien siempre lo vio como un hombre con valor para denunciar los actos delictivos qué sucedían todos los días en la ciudad.
Después de realizar una declaración ante los medios de comunicación Aranza se paró frente a los ciudadanos que acompañaron en sus últimos instantes a Adolfo y les agradeció su presencia, pero también les pidió que mantengan vivo su legado de lucha social cada uno desde su hogar.
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En el panteón unas 200 personas lo despidieron coreando " Caminos de Guanajuato" y al término de la canción del inmortal José Alfredo Jiménez, le ofrecieron un fuerte aplauso a quien ya es considerado un héroe sin capa de León.