Bajío

RELIGIÓN

Arzobispo de León exige un alto a la espiral de violencia y muerte

Pide que se trabaje en conjunto los 3 ordenes de gobierno para detener los indices de violencia que en los últimos años ha ido incrementando

Arzobispo de León.pide se detengan delincuentes ante violencia Créditos: Facebook Arqui León
Por
Escrito en BAJÍO el

El arzobispo de León, Monseñor Alfonso Cortés, exigió al gobierno federal parar la espiral de violencia que se vive en el país y principalmente en el estado. 

"Un ambiente de esta naturaleza, pues es un ambiente violento en el que no se trabaja en paz, no se tiene confianza de salir, no se tiene respeto por la vida, por lo que decía yo ahorita aquí, por la dignidad del ser humano, y el llamamiento va seguir siendo siempre el mismo es algo repetitivo que realmente paremos ese espiral, ese espiral de muerte, que no nos lleva a nada."

Lo anterior comentó en la Jornada de Oración por la Paz que inició este domingo y que durará durante todo julio en el país, esto luego del asesinato de dos padres jesuitas en Chihuahua.

“Hago un llamado a la conversión, a detener esta enfermedad que nos está destruyendo como sociedad, la destrucción afecta la economía, el desarrollo de las comunidades, de la educación, la cultura, la salud, un ambiente en esta naturaleza no permite trabajar en paz, no hay respeto por la vida y la dignidad del ser humano”. 

El arzobispo de León llamó a la conversión a los grupos delictivos, mientras que a las autoridades de los tres ordenes de gobierno les pidió trabajar por un alto a la violencia que afecta a la economía y a la comunidad en general.

"Un servidor voy a las comunidades, y procuro no venirme noche por prudencia, pero nosotros seguimos con nuestro trabajo. - ¿Estas comunidades si se ven arraigadas por el crimen organizado? - Sí, acaba de pasarle al obispó de Autlán, aquí en la carretera de entre Lagos de Moreno y La Encarnación, ahí lo detuvieron, gracias a Dios no lo golpearon, pero le quitaron todo y lo aventaron ahí."

Asimismo, expresó que en 9 años de su administración en el arzobispado de León, dos sacerdotes han sido víctimas de la ola de violencia, por lo que ya no se queda en las comunidades hasta tarde para evitar ser asaltado.