Tres organizaciones de migrantes encabezadas por Ángeles Sin Fronteras se manifestaron frente a las instalaciones del Consulado de Estados Unidos en Tijuana y quemaron una piñata con la imagen del embajador de ese país en México, Ken Salazar, a quién acusaron de injerencia.
La protesta fue pacífica pero observada y vigilada por cientos de policías municipales que permanecieron todo el tiempo alrededor de los manifestantes, esto para evitar que alguno de los participantes intentara entrar a las instalaciones de la representación consular en Tijuana.
Los manifestantes pidieron el fin del Tratado 42 que sólo es una excusa para mantenerlos en la situación en que se encuentran, sin posibilidades de solicitar el asilo político; incluso muchos de los protestantes exhiben sus tarjetas de salud.
Sergio Tamai, dirigente de Ángeles Sin Frontera, indicó que los migrantes son traicionados por todos y sufren siempre toda clase de humillaciones y vejaciones.
Los manifestantes lograron cruzar el primer filtro y pidieron que autoridades de Estados Unidos dialoguen con ellos.
Una y otra vez Tamai indicó que era una vergüenza que los policías municipales estuvieran en el bando contrario en vez de estar de su parte.
Por su parte el pastor Alberto Rivera del Refugio Agape, rechazó las medidas discriminatorias ya que indicó que los migrantes no representan un peligro de contagio para la población estadounidense. La mayoría de los cien manifestantes viven en albergues desde hace más de un año en espera de que la Corte de California reanude las audiencias para asilo político.