Lo que se vive en la ciudad de México y zona metropolitana, es principalmente por alerta ambiental, que puede deribar en una
situacion de riesgo severo para la salud y que requieren de acciones inmediatas por parte de las autoridades ambientales y de la población, siguendo todas las indicaciones. El conjunto de estas medidas se denomina plan de contingencia ambiental y el mismo se activa desde organismos locales o regionales.
En la zona metropolitana viven alrededor de 22 millones de personas, contando tambien los municipios aledaños a la capital, por lo que las condiciones de movilidad se duficultan cada día más para entrar a la CDMX o para salir de ella por la tarde noche, en practicamente todas las direcciones. Por lo que cada ves más se dificulta la dispersión de los contaminantes que se emiten, ahunado tambien a la falta de lluvia y viento, sobre todo al cambio climatico y el aumento del parque vehícular, que por cierto no es tan moderno como en otros paises del mundo y con normas muy laxas para que puedan circular.
La Ciudad de México esta situada en un valle, con una altitud por arriba de los 2.200 metros sobre el nivel del mar y rodeada de
montañas, cuando los niveles de radiación solar son altos, se conjugan con altas temperaturas y vientos débiles, los ingredientes están puestos para provocar el efecto tapon, en donde los contaminantes no se pueden dispersar, lo que favorece las reacciones
químicas que los originan. Por poner un ejmplo, la CDMX es como una cazuela, en donde sino se tienen las condiciones apropiadas, los contaminantes se quedan acumulados y en ese momento se declara la “contingencia ambiental”
Este escenario se presenta con mayor frecuencia entre mediados de febrero y junio, en la temporada que los meteorólogos llaman seca caliente, cuando los índices de ozono, un contaminante que se forma como resultado de la reacción de distintos gases con la luz solar, alcanzan su pico más alto en la zona metropolitana.
A diferencia del ozono estratosférico que se concentra en la parte más alta de la atmósfera y forma la capa que protege al planeta de la radiación ultravioleta, el ozono troposférico es un contaminante secundario relacionado con graves problemas respiratorios que se origina a partir de contaminantes precursores, como los emitidos por vehículos a diésel y gasolina o lasfugas de gas.
A corto plazo, la exposición a altas concentraciones de ozono provoca síntomas como dolores de cabeza, irritación en los ojos, nariz y garganta. Las contingencias ambientales se activan cuando el nivel de ozono o partículas en suspensión supera los máximos establecidos por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), un órgano creado en 2013 por los gobiernos de Ciudad de México, Morelos, Tlaxcala, Hidalgo y Puebla para coordinar las acciones enfocadas a proteger el ambiente en la zona metropolitana del Valle de México.
Fase 1
La contingencia se activa en tres escenarios: cuando la concentración de ozono supera las 155 ppb (partes por billón), las PM10 los 214 microgramos por metro cúbico o las PM2,5 los 97.4 microgramos por metro cúbico. La primera fase implica un endurecimiento del programa ‘Hoy no circula’ que obliga a sacar de la circulación a una quinta parte de los vehículos automotores de la zona metropolitana, además de emitir recomendaciones para suspender el ejercicio al aire libre.
Fase 2
Es el máximo nivel de alerta ante la concentración de contaminantes se activa cuando el ozono supera las 204 ppb, las PM2,5 se disparan por encima de los 150 microgramos por metro cúbico, o las PM10 superan los 354 microgramos por metro cúbico.